Tim Blake Nelson reconoce su desconsuelo por no haber tenido una secuela de El Increíble Hulk

Tim Blake Nelson

Tim Blake Nelson finalmente repetirá su papel de Samuel Sterns, ahora convertido en El Líder, en Capitán América: Brave New World. Eso será más de 15 años después de su debut en El Increíble Hulk. Aunque llegó a haber planes para una secuela de la película de Hulk, su modesto éxito hizo que Marvel Studios no empujase los suficiente para acabar desarrollarando otra película del personaje en solitario.

En una entrevista reciente para The Hollywood Reporter, Nelson reveló que el hecho de que la franquicia terminase ahí fue un fastidio para él, tanto que se sintió desconsolado. Sin embargo, analizándolo en retrospectiva, está contento de que las cosas fuese con fueron.

Aprendí de la actriz Lois Smith, en un muy buen momento de mi carrera, que para los actores de personajes (y yo soy decididamente un actor de personajes, y orgullosamente un actor de personajes) en última instancia no se trata de una película o de lograr un logro en particular. Se trata más de la acumulación de personajes, lo que me gusta llamar mi galería de villanos de bichos raros disfuncionales que me han permitido interpretar. Las películas necesitan a esa gente para hacer que los actores principales se vean bien, y estoy feliz de interpretar ese papel. A menudo son los personajes más interesantes de una película. Haber sido traído de vuelta al UCM por los productores de Marvel Kevin Feige, Nate Moore y Kyana F. Davidson para ser un villano junto a Giancarlo Esposito contra Anthony Mackie ha sido un gran honor. Ha sido una aventura realmente interesante. Me rompió el corazón cuando parecía que no iba a volver como El Líder, pero ahora me alegro de que hayan tardado 16 años porque ha hecho que el personaje sea más interesante. Y he podido hacer muchas otras cosas geniales durante esos 16 años que tal vez no se me hubieran ocurrido si hubiera interpretado al personaje villano principal en una secuela de Hulk dos años después del Hulk de Edward Norton. Me encantó trabajar con Edward y pude dirigir a Edward en una película inmediatamente posterior, así que sin querer adoptar una actitud panglosiana hacia todo esto, sigo pensando que todo sucedió de la mejor manera posible, aunque hubo mucha desesperación asociada con los años intermedios.