Grant Gustin interpretó a Barry Allen en la serie de televisión The Flash durante más de 180 episodios, a lo que hay que añadir cameos y crossovers con el resto del series del Arrowverso. Como todo papel relacionado con acción o superhéroes, hay emoción pero también desafíos. Ahora, en retrospectiva, el actor ha recordado su proceso de audición, las dudas que tuvo sobre si conseguiría el papel y lo duro que trabajó para estar en forma.
En una entrevista para la revista Men’s Health, Gustin compartió que tuvo que hacer mucho ejercicio para que fuese convincente como Flash, y eso le planteó varios desafíos y le generó agotamiento.
Me estaban pateando el trasero. Simplemente dejé de hacer ejercicio y adelgacé cada vez más durante esas primeras cinco temporadas. No me cuidé bien. No estaba manejando bien mi cuerpo. Mi ansiedad y estrés aumentaron, y estaba trabajando muy, muy duro.
El cambio se produjo durante la pandemia, cuando tuvo la oportunidad de hacer una pausa.
Empecé a hacer mucho ejercicio entre temporadas. Aumenté 9 kg. de músculo solo porque tuve tiempo para hacer ejercicio. Desde entonces han pasado cuatro años.
Cuando le preguntaron sobre si quería que Flash se convirtiera en su legado, el actor respondió:
Nunca se me pasó por la cabeza. Quiero decir, tenía 23 años cuando hice la audición para esa serie y pensé que no tenía ninguna posibilidad de conseguirlo. Ni siquiera quería ir a la audición. Pensé: ‘Esto es una pérdida de mi tiempo y el de ellos’. En la descripción decía que tenía que estar cerca de la treintena.
Es grande, musculoso y rubio en los cómics. Yo pensaba, ‘¿Por qué me hacen la prueba?’. Tenía el síndrome del impostor incluso por ir a esa audición. La idea de ‘¿Quiero esto?’ ni siquiera se me pasó por la cabeza. Llegar a interpretar a un superhéroe algún día ni siquiera era algo que hubiera podido soñar.
Aunque ser Flash era el trabajo más genial del mundo, Gustin admitió que a veces se volvía aburrido y había días en los que no quería hacerlo. Afortunadamente, las partes buenas siempre vencían a las malas.
También hubo muchos días en los que fui muy consciente de lo divertido que era y de lo afortunada que era. Una cosa que recuerdo bien durante las últimas temporadas de The Flash es saber que estaba más cerca del final que yo. Al principio, también me centré un poco en las cosas pequeñas, en plan ‘Me río todos los días, sonrío y me divierto con amigos todos los días. Me pongo un traje de superhéroe todos los días, sin importar lo incómodo que pueda ser’. Era mejor centrándome en las pequeñas cosas que me hacían feliz.