Kirsten Dunst fue la encargada de interpretar a Mary Jane Watson en la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi. Cuando comenzó el rodaje de la primera película, la actriz tenía 18 años, y recientemente ha revelado que el estudio no estaba muy contento con su imagen de por aquel entonces.
Hablando para la revista GQ, Dunst recordó que los productores de Spider-Man querían cambiar su aspecto. La actriz lleva en la industria del cine desde que tenía tres años, y antes de Spider-Man ya la pudimos ver en Entrevista con el Vampiro, Jumanji o Las Vírgenes Suicidas. A pesar de ser una actriz ya establecida, desde Sony creían que había mucho que mejorar en su imagen.
Por ejemplo, uno de los productores le dijo que quizás debería ir al dentista para arreglarse los dientes.
Pensé: ‘No, me gustan mis dientes’.
También se quejaron de su vestuario para el preestreno de la película en Londres, donde llevó un vestido negro y lápiz labial oscuro.
El estudio dijo: ‘Se ve muy gótica’. Y eso no les gustó, probablemente porque querían que pareciera una joven sexy que atrajera a una gama más amplia de personas para conseguir asientos en el cine. Yo nunca fui esa chica. Nunca lo hice.
Por el contrario, recordó la confianza que Sofia Coppola tuvo en ella mientras trabajaban juntas en Las Vírgenes Suicidas.
Tuve a Sofia Coppola a los 16 años, quien pensaba que yo era genial y bonita cuando no lo era. Me decía: ‘Me encantan tus dientes’. No me di cuenta en ese momento. Me di cuenta más tarde en las decisiones que había tomado. Ni cambiarme los dientes, ni inflarme los labios, ni lo que sea que todos quieran parecer. Todavía sé a día de hoy que no voy a arruinar mi cara y parecer un bicho raro. ¿Sabes lo que quiero decir? Prefiero envejecer y hacer buenos papeles.