Natalie Portman ha confesado que, cuando la contrataron para unirse al universo de Star Wars con un papel sumamente importante en la trilogía de precuelas, estaba muy emocionada pero también muy precoupada.
Empezando con Star Wars: La Amenaza Fantasma en 1999, Portman interpretó a la Reina Padmé Amidala de Naboo, la madre de Luke Skywalker y Leia Organa. Dada la popularidad de la franquicia, era una gran oportunidad para Portman, pero eso no significa que el trabajo no viniese con dudas. Echando la vista atrás en una entrevista reciente para Empire con motivo del próximo 25º aniversario de la película, la actriz compartió lo preocupada que estaba por que el papel en Star Wars la encasillase para el resto de su carrera.
Estaba preocupada por hacerlo, por que no pudiese hacer nada más después, porque la serie conlleva una gran mitología en la vida norteamericana. Pero eso era precisamente por lo que era una oportunidad increíble. Hizo de puente en mi carrera entre la niñez y la adultez.