Tres años después de que fuese despedida de la serie de televisión The Mandalorian, donde interpretaba a Cara Dune, Gina Carano ha decidido demandar a Disney y Lucasfilm.
Según informan desde The Hollywood Reporter, Carano demanda a Disney y Lucasfilm por discriminación y despido improcedente, aludiendo a su despido en 2021 después de que mostrase apoyo a ciertas ideologías de derechas en redes sociales. La demanda fue puesta formalmente en la corte federal de California, y cuenta con financiación de Elon Musk, cumpliendo así con su promesa de que pagaría los gastos legales de usuarios de X que afirmasen haber sido discriminados debido a publicaciones en la plataforma.
La involucración de Musk fue confirmada en un comunicado compartido por Joe Benarroch, director de operaciones de negocio de X.
Como señal del compromiso de X Corp con la libertad de expresión, estamos orgullosos de brindar apoyo financiero para la demanda de Gina Carano, capacitándola para buscar la reivindicación de sus derechos de libertad de expresión en X y la capacidad de trabajar sin intimidación, acoso o discriminación.
En respuesta, Carano compartió su propia declaración, agregando:
Me siento honrada de que mi caso haya sido elegido para ser apoyado por la compañía que ha sido uno de los últimos rayos de esperanza para la libertad de expresión en el mundo.
La demanda alega que Disney y Lucasfilm acosaron y difamaron a Carano por negarse a alinearse con sus puntos de vista sobre cuestiones relacionadas con Black Lives Matter, pronombres preferidos y afirmaciones refutadas de interferencia electoral. Carano también argumenta que sus coprotagonistas masculinos de The Mandalorian no sufrieron consecuencias por compartir publicaciones en las redes sociales que eran ofensivas hacia los conservadores. Un ejemplo es una publicación realizada por Pedro Pascal en 2017 comparando al expresidente estadounidense Donald Trump con Adolf Hitler. Además, Carano afirma que le ordenaron reunirse con un representante de la Alianza Contra la Discriminación Gay y Lésbica, algo a lo que se negó. También se negó a reunirse con la presidenta de Lucasfilm Kathleen Kennedy y 45 empleados que se identificaban como LGTBI+ antes del despido.
Los acusados llegaron incluso a tratar de convencer al publicista de Carano para que obligara a Carano a emitir una declaración admitiendo haberse burlado o insultado a todo un grupo de personas, lo que Carano nunca había hecho.
