A raíz de lo que está sucediendo con el reinicio creativo de la producción de Daredevil: Born Again y el replanteamiento de la metodología usada por Marvel Studios para desarrollar series de televisión, han surgido también detalles sobre que es lo que ha llevado a que Invasión Secreta estuviese por debajo de las expectativas.
Según The Hollywood Reporter, la producción de Invasión Secreta acabó fuera de control debido a las luchas de poder entre los directivos de Marvel Studios, los directores de la serie y las diferentes fuerzas creativas.
Aparentemente, una vez ya iniciada la producción, Marvel Studios decidió tomar una dirección diferente con la serie y despidió al guionista original Kyle Bradstreet. A partir de ahí, contrataron a Brian Tucker para impulsar las cosas. En el apartado de dirección, se contrató a Thomas Bezucha y Ali Selim.
Sin embargo, durante el verano de 2022, las cosas empezaron a complicarse. Se dice que en el rodaje de la serie en Londres hubo semanas donde la gente no se llevaba bien y se produjeron enfrentamientos. Como consecuencia, se envió al directivo Jonathan Schwartz para intentar poner algo de orden y suavizar tensiones. Además, en ese momento, Invasión Secreta ya estaba por encima del presupuesto original y corría riesgo de retrasar su estreno.
Para cuando llegó otoño de 2022, la mayor parte del equipo original de la serie había sido reemplazado. Esto hizo que, con productores, gerentes, responsables y asistentes diferentes, mantener algo consistente fuera mucho más difícil.