El libro recientemente publicado The Story of Marvel Studios: The Making of the Marvel Cinematic Universe detalla, entre otras muchas cosas, la histórica reunión entre el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, y la presidenta del grupo cinematográfico de Sony, Amy Pascal, para hablar del destino de Spider-Man en el cine.
Con un buen sentido de cómo les gustaría manejar al personaje, Feige estaba listo para su almuerzo con Pascal. Para lo que no estaba listo era para la reacción de Pascal a su propuesta. La reunión fue en su oficina en Sony. Como era de esperar, Pascal no perdió tiempo en expresar su fuerte deseo de que Feige participara más directamente, de manera creativa, en la realización de The Amazing Spider-Man 3 de Sony Pictures. Emocionada por las ideas que su equipo tenía actualmente, Pascal dijo que le enviaría a Feige la última versión del borrador. ‘Más o menos a la mitad del sándwich que ella había llevado, le dije: Amy, para ser justos, no va a funcionar’, comparte Feige.
Sin que Pascal lo supiera, Feige tenía ambiciones drásticamente diferentes para el personaje en el futuro, y le pidió a Pascal que dejase a Marvel Studios hacerlo.
‘Ya hemos hecho eso antes. Y no creo que sea de mucha ayuda allí’. Pero Feige no había terminado, tenía una contrapropuesta: ‘La única forma en que sé cómo hacer algo es hacerlo por completo. Entonces, ¿por qué no nos dejas hacerlo? No lo consideres como dos estudios. Y no pienses en ello como devolver los derechos a otro estudio. No hay cambio de manos de derechos. No hay cambio de manos de dinero. Solo contrátanos para producirlo. Simplemente finge que es como lo que hizo DC con Christopher Nolan. No estoy diciendo que seamos Nolan, pero estoy diciendo que hay una productora que lo está haciendo bastante bien. Simplemente contrata los servicios de esa productora para hacer la película’. Pascal estaba desconcertada.
Pascal estaba, al principio, bastante molesta por esto, revelando que se echó a llorar y que echó a Feige de la oficina. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta del mérito de las ideas del Presidente de Marvel Studios.
‘Al principio, estaba muy resentida’, admite. ‘Creo que comencé a llorar y le eché de mi oficina, o le tiré un sándwich, no estoy segura de cuál’. Luego empezó a pensar en ello. ‘Para la quinta película de Spider-Man no les estábamos dando nada nuevo. Y tengo que ser honesta al respecto, estábamos tratando de ser diferentes, incluso fuimos a lugares que no deberíamos haber ido para intentar ser diferentes. Ya no estábamos frescos’. En última instancia, fue un amor mutuo por Spider-Man, así como una concesión por parte de Pascal, lo que enderezó el barco.
Pascal continúa: ‘Lo afortunado es que Kevin y yo venimos del mismo lugar en términos de cómo amamos a Peter. He estado trabajando con Kevin en las películas de Spider-Man desde las de Sam Raimi. Él venía a las reuniones, todo el mundo tomaba café y él nunca dijo una palabra durante años. Y eso te hacer querer a alguien porque luego, cuando abren la boca, te das cuenta de que han estado dándole vueltas a todos los pensamientos importantes y son realmente inteligentes, pero nunca tuvieron que escucharse a sí mismos hablar.
Pascal llamó a Feige al día siguiente después del almuerzo. El concepto de una colaboración entre Sony y Marvel Studios no se le había olvidado. Después de escuchar sus pensamientos específicos sobre qué hacer con Spider-Man en el UCM, admitió: ‘La idea de ponerlo en contra de un mundo donde todos tenían todo y él no tenía nada era una forma completamente nueva de contar su historia. Pensé, maldita sea, ese tipo es inteligente’.