Hay personajes muy queridos por los fans que todavía no han debutado en el Universo Cinematográfico de Marvel, tales como Daredevil, Punisher o el Motorista Fantasma (Ghost Rider). Esto podría deberse a que Kevin Feige y compañía aún no tenían planes para ellos, pero el libro The Story of Marvel Studios: The Making of the Marvel Cinematic Universe revela que nada más lejos de la realidad.
Cuando Marvel Entertainment estaba pasando por malos momentos económicos en los años 90, vendió los derechos cinematográficos de muchos de sus personajes a diferentes estudios. En los 2010, los derechos de muchos de esos personajes volvieron a manos de Marvel, y aunque Marvel Studios ya existía, aún operaba bajo el mando de Marvel Entertainment.
Aparentemente, Marvel Entertainment hizo que varios de esos personajes que habían regresado quedasen fuera del alcance de Kevin Feige y su división cinematográfica. Dado que en el cine estaban funcionando los Vengadores, la idea de Marvel era crear un universo televisivo de éxito con otros personajes. Es por ello por lo que vimos esas series creadas para Netflix con Daredevil, Punisher, Luke Cage, Jessica Jones, Puño de Hierro y los Defensores, o el debut del Motorista Fantasma en Agents of S.H.I.E.L.D. con planes de que tuviese serie propia.
Aunque observadores asumieron que todo este grupo de personajes iría directamente al proceso de desarrollo de una película de Marvel Studios, los superiores de Marvel Entertainment decidieron que debido a que la parte de cine ya estaba profundamente comprometida con sus exitosos personajes de los Vengadores y los inminentes Guardianes de la Galaxia, los que habían regresado ayudarían a construir un imperio televisivo planificado bajo el control directo de Marvel Entertainment (completamente separado de Marvel Studios). La parte de cine no tenía control sobre esos personajes, a pesar de su interés en desarrollarlos. En cambio, todos fueron a Marvel Entertainment. El Motorista Fantasma apareció en Agents of S.H.I.E.L.D, y los demás se colocaron en diferentes series de televisión.
Marvel Studios siguió creciendo, y tras la compra de Disney de la compañía, el éxito del Universo Cinematográfico de Marvel acabó derivando en la desaparición de la división de televisión y Kevin Feige recibiendo el control creativo de todo. Esto se tradujo en la cancelación de todos los proyectos de televisión existentes y la llegada de las primeras series de Marvel Studios.
A día de hoy no hay reglas que dicten qué personajes se pueden usar o no para el Universo Cinematográfico de Marvel, salvo que estén limitados por derechos cinematográficos que pertenezcan a otras compañías. Es el caso de Spider-Man, por ejemplo, que aún pertenece a Sony.