En una entrevista reciente, Sam Raimi habló sobre el desafío que ha supuesto volver a sentarse en la silla de director de un proyecto de Marvel, más concretamente de Doctor Strange in the Multiverse of Madness, después de que su última aventura con Spider-Man 3 no tuviese demasiado buena aceptación.
Raimi admitió que no sabía cómo enfrenarse al reto, llegando a decir que su experiencia en la tercera película de Spider-Man fue horrible.
No sabía que podía afrontarlo de nuevo porque fue horrible, ser el director de Spider-Man 3. Internet se revolucionó y a la gente no le gustó esa película y me lo hicieron saber, eso seguro. Así que fue algo difícil de lo que recuperarse.
El director reveló entonces la historia de cómo aceptó el trabajo para la secuela de Doctor Strange, admitiendo algo que ya sabíamos, y es que es un gran fan del Hechicero Supremo.
Pero luego descubrí que había una vacante en Doctor Strange 2. Mi agente me llamó y me dijo: ‘Están buscando un director en Marvel para esta película y surgió tu nombre. ¿Te interesaría?’. Y pensé: ‘Me pregunto si todavía podría hacerlo’. Son realmente exigentes, ese tipo de películas. Y pensé: ‘Bueno, eso es razón suficiente’. Siempre me gustó mucho el personaje del Doctor Extraño. No era mi favorito, pero estaba a la altura de los favoritos. Me encantó la primera película, pienso que Scott Derrickson hizo un trabajo maravilloso, un trabajo increíble. Entonces, dije, ‘Sí’.
Dejaron al personaje en un gran lugar. No pensé que estaría haciendo otra película de superhéroes. Acaba de suceder.