Nunca una reseña fue tan difícil y fácil de hacer a la vez. Tras año y medio sin nada nuevo en el Universo Cinematográfico de Marvel, llega Bruja Escarlata y Visión a Disney+, convirtiéndose además en lo que no tendría que haber sido: la primera serie de televisión de la historia de Marvel Studios.
Marvel Studios, un año en blanco
Tras Spider-Man: Lejos de Casa, que se estrenó en julio de 2019 y sirvió un poco como epílogo de Vengadores: Endgame, el plan era poner en marcha la Fase 4 con el debut de Viuda Negra a principios de 2020. Si los planes hubiesen salido bien, como le gustaba a Hannibal Smith, le habrían seguido más películas y series de televisión, siendo la primera de estas Falcon y el Soldado de Invierno.
Sin embargo, llegó la pandemia con sus restricciones y retrasos obligados, dando como resultado un cambio completo del calendario. Y aquí volvemos al inicio: la serie conocida fuera de España como WandaVision da el pistoletazo de salida a la era post-Saga del Infinito.
Al principio decía que esta crítica es difícil y fácil a la vez. Y ahora me explico. Es difícil por lo que ya he dicho más arriba. ¿Cómo das de beber a los lectores cuando llevan tanto tiempo de sequía? Uno no quiere decepcionar, y quiere estar a la altura del hype que se ha generado entre los fans. Por otro lado, la facilidad de esta crítica está en algo muy simple: el producto se vende solo. Y lo hace por el ansia que tiene el fan por consumirlo, pero también porque cumple con todo lo que nos prometieron.
Televisión hecha a la perfección
Vale, solo son los tres primeros capítulos, pero creedme si os digo que es suficiente para tener la idea general de la primera mitad de la serie. Os pongo en situación, y no en base a lo que he visto, sino a lo que ya sabíamos. Bruja Escarlata y Visión se divide en dos mitades: la primera con capítulos que rinden homenaje a comedias de situación famosas de los últimos 80 años, y la segunda en plan película al más puro estilo Marvel Studios.
Pues bien, por lo que puedo contar, la primera parte la cumplen tan a la perfección que no es que rindan homenaje, es que lo que tenemos entre manos son puros capítulos 100% sitcoms de hace décadas. Tienen humor, tienen risas enlatadas, tienen situaciones absurdas (algunas muy absurdas) y tienen elementos muy propios y característicos de las comedias de la época que se está representando. Si nunca has hecho tele, pues oye, inspírate en los mejores. Cópiales. No, mejor dicho, coge sus cosas buenas y mejóralas. Bien, Marvel, así se hace.
Como os podéis imaginar, al ser pocos capítulos la cosa avanza rápido, y tres capítulos dan para abarcar varias décadas. Y la esencia está ahí, clara como el agua de un manantial. De hecho, es MUY fácil reconocer la serie o las series originales en las que se basa o a las que hace referencia (o incluso copia) cada capítulo. Es que hasta la banda sonora, los openings, el formato de imagen o el sonido se adaptan para tal fin. Es imposible, y digo imposible, cuidar más los detalles.
Pero voy incluso más allá. Si empiezas esta serie esperando ver Marvel, olvídate un poco de ello. Abre tu mente. Lo que vas a ver es otra cosa, es televisión de antaño. Es una «serie de risa» que, efectivamente, hace reír. Ver situaciones como las que se ven aquí con dos personajes que teóricamente son superhéroes no tiene precio. Y además, representadas ingeniosamente como se habría hecho en la época a la que corresponde el capítulo. Glorioso, porque eso no se olvida, son superhéroes y tienen poderes, y ahí está la gracia.
Y aunque ocurre, el objetivo no es solo copiar, o inspirarse si así lo preferís. El objetivo es también crear algo nuevo que tenga razón de ser, que tenga capacidad de vivir por sí mismo, cogiendo peso para posteriormente darle sentido a lo que está pasando realmente. Y esto es algo que, por el momento, no vemos directamente, pero se empiezan a dar pistas. Ojo también con los huevos de pascua.
Pura magia
Con lo que he visto, lo puedo decir: Bruja Escarlata y Visión es magia pura. Lo es metafóricamente, pero también lo es en el sentido más literal de la palabra. La magia es un eje central de la serie, o al menos de sus comienzos. Magia desenfadada, magia comercial, magia cómica, magia problemática, magia. No en vano, la protagonista es la Bruja Escarlata, que más puedo decir.
Pero la magia también se transmite a través de los actores, que hacen un trabajo excepcional. Creerse su interpretación trasladada a los tiempos de María Castaña es más fácil que hacer la O con un canuto. Lo hacen tan bien que a veces rozan la sobreactuación, y no solo Elizabeth Olsen y Paul Bettany, todos están sublimes. Estoy deseando ver las inevitables comparativas entre Bruja Escarlata y Visión y las series a las que hace referencia, porque las habrá.
Y ahora sí poco más se puede decir con lo que hay sobre la mesa. Bruja Escarlata y Visión es un nuevo comienzo. Es el punto de partida para una nueva era del Universo Cinematográfico de Marvel. Y lo es por todo lo alto, con calidad y originalidad a raudales. Con algo que nunca habíamos visto en el ámbito superheroico. Con más de personajes que hasta ahora habían estado en un segundo plano. Con la oportunidad de ver a grandes actores divirtiéndose fuera de su zona de confort. Con una muestra perfecta de que aún hay mucho camino por recorrer en un género que todavía no muestra síntomas de cansancio ni saturación. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, hay algo: más capítulos, y que sea pronto.