El mundo gaming avanza a velocidades vertiginosas hoy en día. Lo hace principalmente por la cada vez mayor demanda y por una profesionalización a todos los niveles de un sector que ya es la industria del entretenimiento que más dinero mueve del mundo. Cuando pensamos en montar o renovar equipo para convertirnos en «gamers» lo primero que se nos viene a la cabeza es tener un ordenador potente con una buena tarjeta gráfica. Sin embargo, es bueno recordar que existen otros elementos y periféricos igual o más importantes. No pueden faltar un teclado y un ratón de respuesta rápida, una silla bien cómoda, una cámara y un micrófono de calidad si somos streamers, un equipo de sonido o unos auriculares inmersivos y, sobre todo, un monitor adecuado. Es aquí donde entra en juego, nunca mejor dicho, el monitor gaming AOC 24G2U que he tenido la oportunidad de probar.
Uno de los mayores problemas a la hora de hacerse con un buen monitor apto para sacar el mayor rendimiento gráfico a nuestras partidas es el precio. El tipo de panel, la tasa de refresco, el tamaño, la resolución, el tipo de pantalla o algunas características extra hacen que los precios varíen mucho en función de la exigencia de nuestros requisitos. Con el AOC 24G2U estamos ante un monitor de gama media que cuenta con pantalla de 23,8» Full HD montada sobre un panel IPS, con tasa de refresco de 144Hz, 1ms de tiempo de respuesta y tecnología FreeSync. Para detalles técnicos más específicos, podéis visitar la web oficial de AOC, porque de lo que os voy a hablar aquí realmente es de mi experiencia con este monitor.
El tiempo de respuesta es fundamental, pero no lo es todo
Hay que decir que parto de un monitor de gama media-alta de 66Hz que ya tiene unos 6-7 años, por lo que sí o sí iba a notar un cambio importante. En el AOC 24G2U el tiempo de respuesta es realmente bajo, especialmente si comparo con lo que tenía anteriormente. Es cierto que he leído por ahí que en realidad está por encima de ese 1ms indicado en las especificaciones, pero yo no me dedico al juego profesional, y tras echar algunas partidas a algunos FPS y battle royale, me encontré con una respuesta rápida, sólida y más que suficiente. En cualquier caso, vale la pena recordar que sigue siendo un tiempo de respuesta bajo y difícil de encontrar junto al resto de características por el precio que tiene este monitor.
El salto de la tasa de refresco también es considerable, y por tanto notable, con unos 144Hz que me parecen brujería. Es verdad que un jugador muy exigente cuyo foco central sean los FPS y que tenga un equipo acorde podría pensar en irse a los 240Hz, pero una vez más estamos ante un monitor de gama media, y tampoco se le pueden pedir peras al olmo. Para lo cuesta, lo que ofrece es incluso más de lo que cabría esperar. Sus 144Hz son realmente estables y no se encuentran problemas a la hora de mover los pixeles ni en los juegos ni en las películas/vídeos que he probado, siendo la verdadera barrera los FPS que los propios juegos o vídeos son capaces de ofrecer.
A esto hay que añadir la calidad de imagen, la precisión de los colores y el gran ángulo de visión propio de paneles IPS. Pero como en televisiones, los IPS tienen sus contras, y es que no llegan a la profundidad de color, la calidad de contraste o los blancos y negros tan fidedignos de los paneles VA. A lo mejor es una contra importante si pensamos en tratamiento de imágenes o vídeo, pero dado que hablamos de un monitor orientado al gaming es un sacrificio de lo más liviano. Aún así, el contraste es muy consistente para un panel de este tipo.
Quizás la parte realmente mala es que la resolución se queda en ese Full HD (1920×1080), algo corto para los que hoy en día ya buscan el salto al 4K. Sin embargo, lo ajustado del precio tenía que venir con algún recorte de la mano, y ha sido en este punto. Pues bien, yo os digo que con Full HD y el resto de características, para jugar a juegos de última generación esto va sobrado.
Otra característica adicional es la opción de activar el FreeSync de AMD. Básicamente, lo que hace esta tecnología es que la pantalla adapte su frecuencia a la tarjeta gráfica, dando como resultado la desaparición del tearing y el stuttering para una experiencia de juego fluida y sin cortes. Esto, obviamente, es un punto a favor y, si bien no es indispensable, empieza a ser un estándar para garantizar una calidad de imagen mayor. Hay que añadir que, aunque no lo he podido probar, parece que también funciona con el equivalente G-Sync de Nvidia. Eso sí, en cualquier de los dos casos es necesario contar con una tarjeta gráfica compatible.
Potente por dentro, bonito y útil por fuera
A nivel visual y estético, el monitor es bastante discreto, con apenas algún toque gaming en el soporte y en la parte trasera. Hablando precisamente del soporte, tengo que decir una cosa buena y otra mala. La buena es que permite todos los movimientos posibles habidos y por haber. El monitor se puede subir o bajar, acercar o alejar, mover hacia adelante o hacia atrás, y girar sobre sí mismo para ponerlo en posición vertical. En cuanto a la mala, la forma del soporte ocupa bastante espacio, algo problemático para alguien con una mesa pequeña y poco espacio como yo. Sin embargo, al ser un soporte «en patas», deja espacio libre en medio, y lo cierto es que he visto monitores peores en ese aspecto. Al menos la parte trasera es bastante compacta, y eso sí que se agradece en mesas de poca profundidad.
En esa parte trasera se encuentran también los conectores, los típicos HDMI, DisplayPort, VGA y corriente (salvo el VGA los otros tres cables vienen incluidos). Hay que destacar que el monitor incluye también unos muy útiles puertos USB 3.0, uno de ellos de carga rápida, puerto para entrada de sonido y puerto para auriculares. Porque sí, el monitor también incorpora sonido propio a través de dos altavoces que bueno, dejan bastante que desear, pero ahí están para sacar de un apuro.
Finalmente, podría comentar sobre el menú de opciones y de configuración, pero es que me parecen todos iguales y, además, me ponen de los nervios porque nunca me aclaro con los botones. El día que una compañía haga un menú e incluya botones para controlar todo de forma intuitiva, me volveré loco de alegría.
Quiero terminar el análisis diciendo que me gustaría haber incluido fotos y vídeos del monitor en funcionamiento, pero decidí dejarlo para el momento de escribir la reseña y, por motivos de salud, finalmente no fue posible. Así que nada, me tendréis que creer cuando os digo que estamos ante un muy buen monitor calidad-precio.
Es verdad que en la gran mayoría de la reseña he hablado bastante bien de este monitor, pero es que un resumen muy bueno sería decir que si buscas un monitor realmente rápido, con buena calidad de imagen y un precio ajustado (ronda los 200€) para que aguante de forma estoica todo lo que le eches, el AOC 24G2U no te decepcionará. Y esa es una verdad como un templo.