Queda una semana para el estreno de Los Nuevos Mutantes en cines, por fin, y Josh Boone se encuentra en plena promoción de la película. En una nueva entrevista concedida recientemente, el director volvió a compartir detalles de cómo habrían sido las dos siguientes entregas de su planeada trilogía.
En ocasiones previas, Boone afirmó que la segunda película habría sido una historia de una invasión alienígena centrada en Warlock, un personaje que se quedó fuera de la primera película por falta de presupuesto, y para el que el director quería a a Sasha Baron Cohen. Además de Warlock, habríamos visto también la adición al equipo de Karma. En cuanto a la tercera película, sabemos que la idea era adaptar Inferno, lo cual le habría llevado a un crossover con el resto de las películas de los X-Men.
Cuando lo vendimos originalmente, lo vendimos conceptualmente como una trilogía, con la segunda siendo una película de invasión alienígena ambientada en Brasil donde está Roberto, donde está su padre, que es parte del Club del Fuego Infernal. Después, la última se habría ensamblado con las películas de los X-Men e íbamos a hacer Inferno, ese crossover, que tenía todos esos elementos sobrenaturales y de terror satánico.
La idea era intentar hacer una película de género diferente o subgénero de terror para cada una de ellas. Esa era la idea, pero no fue algo en lo que pensásemos demasiado por todo lo de la fusión y lo demás.
Inferno fue un enorme crossover que tuvo lugar en los cómics a finales de los años 80, y que tuvo una buena cantidad de desarrollos clave, incluyendo la transformación final de Illyana Rasputin en Darkchilde, y parece que la película de Boone habría introducido a la versión demoníaca del personaje interpretado por Anya Taylor-Joy.
Le contamos que en la tercera película habría dos de ella. Eso es básicamente lo que le contamos, que habría dos versiones de ella y que tendría que interpretar a las dos caras de sí misma. Estábamos emocionados con ello.