Después de poco más de diez años de películas, Marvel Studios consiguió dos espacios inamovibles en la cultura popular con dos de los filmes más taquilleros de la historia del cine, Vengadores: Infinity War y Vengadores: Endgame. Tanto es así, que muchos ya se atreven a comparar el impacto del Universo Cinematográfico de Marvel con el que ha tenido y sigue teniendo Star Wars entre los fans.
Joe y Anthony Russo fueron los encargados de dirigir ambas películas para Marvel, y los hermanos han dejado claro lo mucho que influenciaron las películas de George Lucas en su forma de abordar el UCM, incluyendo los finales oscuros donde los héroes se enfrentan a la derrota que podemos ver en Infinity War y El Imperio Contraataca.
Cuando en una entrevista reciente les preguntaron por la importancia de la narrativa en Star Wars y si ellos habrían seguido un camino similar para la trilogía de secuelas, Joe Russo dijo que su trabajo en las dos últimas entregas de la franquicia de los Vengadores les dio la oportunidad de recuperar lo que les marcaron de esas películas en su infancia.
Quiero decir, creo que siendo grandes fanáticos de Star Was, probablemente nos habríamos centrado en la historia de Luke Skywalker. Y para mí, había potencial para que las tres películas se centrasen en ese arco para cerrar el círculo. Pero hay diferentes decisiones que puedes tomar. Creo que ya sabes que el hecho de que Star Wars sea tan importante para nosotros cuando éramos pequeños, es que pudimos hacer nuestro Imperio de Star Wars en Infinity War y Endgame. Esa fue realmente nuestra expresión de lo que significaron para nosotros estas películas comerciales de cuando éramos niños y lo que cogimos de ellas como los patrones de estructura narrativa que tanto calaron en nosotros. Pudimos replicar esos patrones en estas películas. Así que creo que hablamos de esas películas en lugar de las películas de Star Wars.
Anthony Russo habló también del hecho de que tanto Luke como Rey fuesen tentados por el Lado Oscuro, peo que ambos se las arreglasen para rechazar esas tentaciones.
Ese es un buen punto en un sentido en el que en realidad no piensas, no parece muy probable que tomen esa decisión, pero me recuerda lo similar que es nuestro disfrute de estas películas con algo como la ópera en el sentido de que puede haber ese tipo de ritmos narrativos crudos que tal vez no sean muy sutiles o sofisticados, pero hay algo en su resonancia y hay algo en la forma en la que el resto del cine rodea a ese momento, y después la música, la iconografía y el drama de todo ello que de alguna forma crean emoción y una especie de excitación, entusiasmo, peligro y riesgo. Para mí es solo un recordatorio cuando apuntas con tu dedo a algo que parece débil o en forma, en comparación con otros elementos, ese tipo de experiencia cinematográfica percibida es de lo que nos alejamos con una película.