El desarrollador y showrunner de X-Men: La Serie Animada, Eric Lewald, ha entrado recientemente en detalle sobre los conflictos creativos que tuvo con el co-creador de los personajes, Stan Lee, que aparentemente quería que la serie siguiese una dirección completamente diferente a la visión que tenían en mente.
La serie duró 76 episodios repartidos en cinco temporadas, que se emitieron entre 1992 y 1997, y se basaba en los guiones de Chris Claremont y Len Wein para los cómics. Ampliando la relación tras las cámaras revelada en su libro Previously on X-Men: The Making of an Animated Series, Lewalds detalló su tensión con Lee durante la primera temporada de la serie.
Cuando íbamos a hacer la serie, Stan estuvo realmente involucrado en la primera temporada, y después de eso dejó de estarlo. Se suponía que iba a estar involucrado como consultor porque creó mucho. Jack Kirby y él habían establecido la idea básica de los X-Men, incluso aunque otra gente como Chris Claremont y Len Wein lo llevaron en una dirección muy diferente, una dirección mucho más adulta.
Debido a que la serie animada tomó prestado ese tono adulto de la nueva era de los cómics de los X-Men a finales de los años 70 y principios de los 80, la visión de Lewald chocó con la iteración de Lee de 19 números que se publicó entre 1963 y 1966.
Cuando lo escribió, eran más jóvenes, eran chicos americanos, eran más adolescentes extraordinarios que los adultos cansados del mundo que habíamos heredado. Así que él tenía una idea muy diferente sobre hacia dónde quería que fuese la serie, y tuvimos un pequeño conflicto con eso.
La situación acabó resolviéndose por sí sola y ambas partes acabaron tratando con ello de forma amistosa, pero el largo proceso de producción que supone crear una serie animada implicó once meses de ansiedad para toda la gente que había invertido dinero en ello.
Nadie conoce el futuro, ese es el misterio. No sabes para nada lo que va a tener éxito, así que hay grandes luchas creativas. Si tienes una serie de imagen real puedes verlo más claramente, podrías ver el producto terminado. En animación esperas durante meses antes de ver los dibujos.
Durante esa época, Lewald recuerda que luchó mucho con Lee, que se había convertido en poco menos que una fuerza impulsora en Marvel Comics, habiendo desviado su atención hacia la televisión y el cine.
Era una persona creativa y centrada, que no quería simplemente sentarse y ya. No quería un retiro tranquilo. No estaba tranquilo ni con 90 años. Era la persona más impulsiva, enérgica y verbal de todas nuestras reuniones, y eso era con 70 años. Así que quería sacar la serie y hacerla suya, y era una dirección diferente a la que queríamos todos los demás. Y eso creó cierta tensión real durante un par de meses mientras finalizábamos la serie que fue.
Con un ejército de dibujantes esperando una dirección para la historia, el tono y las edades de sus protagonistas, Lewald dijo que todo el mundo necesitaba decisiones creativas.
Como Stan quería seguir una dirección diferente, hubo tensión durante un tiempo. Estuvo bien, terminamos trabajando en otros tres o cuatro proyectos juntos, pero fue difícil, porque él es muy creativo, no es de los que se quedan en segundo plano. Es un tipo impulsivo, así es como llegó a donde llegó. Es solo que tenía una visión diferente para la serie que hicimos, así que chocamos durante un tiempo.
Simplemente fue, ‘Lo hacemos en la dirección de Stan, o de la forma en que lo desarrollamos durante los primeros dos meses. Escoged’. Y la gente de Fox eligió. Podría haber sido al revés. Podría haber acabado en la calle y X-Men podría haber sido narrada por Stan Lee.