Josh Trank dirigió su primera película con solo 27 años, y fue un trabajo que le lanzó a la fama de Hollywood y le llevó al mundo de las súper producciones. Chronicle recaudó 125 millones de dólares con solo un presupuesto de 12 millones, consiguiendo además buenas críticas tanto de los medios como de los fans de los superhéroes.
Fue entonces cuando Fox decidió contratar a Trank para llevar a cabo el reinicio de la franquicia de los Cuatro Fantásticos, una película que, rodeada de problemas, acabó siendo un auténtico fracaso tanto en calidad como en rentabilidad.
Ahora, durante la promoción de Capone, Trank admitió que sus ambiciones para Cuatro Fantásticos fueron arrogantes e injustificadas.
Lo que intenté hacer con Cuatro Fantásticos fue muy arrogante para alguien que en realidad aún no había conseguido controlar su propio conjunto de habilidades como director para hacer ese tipo de material con ella. Obviamente me encantaba lo que estaba haciendo en ese momento y pensé que tenía algo, pero cuando miro atrás, puedo como director quitarme y disfrutar del trabajo de James Gunn y Zack Snyder. Snyder es un genio visual y claramente tiene una base de fans muy apasionados, así que no es que no se haya dicho suficiente, pero creo que es increíble.
Sus comentarios sobre Gunn y Snyder vienen porque, previamente, confesó que durante la época de Cuatro Fantásticos estaba resentido con los directores que trabajaban con Marvel Studios.
Creo que es importante ser honesto contigo mismo y admitirlo. Sé que hay mucha gente en la que puedes ver en sus ojos que se siente así, de la misma forma que me sentía yo, pero nunca lo dirían. Creo que es importante decirlo porque te permite avanzar y crecer en tu propio camino personal.
Por qué saqué a James Gunn como un ejemplo de alguien que encuentro muy inspirador es porque hace cosas que son totalmente diferentes de las que voy a hacer yo. A lo que aspiro algún día es a terminar en un lugar donde haya encontrado mi propio tipo de hogar como el que encontró James Gunn.