De todos es sabido que Cuatro Fantásticos es una de las películas de superhéroes peor consideradas de la historia, algo que se tradujo en una oleada de críticas y una muy pobre recaudación en taquilla.
Hay muchas versiones sobre qué ocurrió realmente, incluyendo las noticias sobre el caos en el rodaje, pero su director Josh Trank mantiene que habría hecho una película mucho mejor si el estudio (20th Century Fox) no hubiese intervenido tanto.
Ahora, en la misma entrevista donde habló de sus proyectos fallidos sobre Boba Fett y Venom, Trank reveló que el estudio entró en pánico cuando vio cómo estaban reaccionando los fans ante el tono oscuro de los tráileres de la película. Fue ahí cuando decidieron intervenir para tratar cambiar las cosas.
Prestan atención a lo que la gente dice en Twitter. Lo miran y dicen, ‘Mierda, la gente se está poniendo como loca porque no va a ser divertida. Así que necesitamos gastar 10 millones de dólares para hacer una reescritura cómica.
Entonces se ordenó una vuelta al rodaje, y aunque Trank estaba presente en el set, parece que no tuvo mucho peso en lo que se estaba rodando y re-editando. Contrataron a Stephen Rivkin para trabajar en una nueva versión.
Fue como ser castrado. Estás ahí, y básicamente ves a los productores bloquear tus escenas, cinco minutos antes de que llegases allí, teniendo a editores contratados por el estudio decidiendo la secuencia de imágenes que van a construir independientemente de lo que esté pasando, y de lo que se necesitase. Y después, debido a que saben que estás siendo amable, son amables contigo diciendo, ‘Bueno, ¿suena bien?’. Puedes decir que sí o que no.
Aunque nunca sabremos cómo habría sido la versión original de la película, Trank reveló que su versión de la historia habría pavimentado el camino para una secuela.
El final de Cuatro Fantásticos iba a ser una base muy orgánica para la aventura, la rareza y la diversión. Eso habría sido el cumplimiento de los deseos para la secuela. Porque obviamente, la secuela sería, ‘Ok, ahora tenemos poderes para siempre y es raro y divertido y acechan aventuras detrás de cada esquina’. Pero la primera película iba a ser básicamente la versión cinematográfica de cómo me veía yo todo el tiempo: la metamorfosis de esos personajes saliendo del infierno.
En cualquier caso, Trank cuenta que no recuerda haber recibido ni una sola queja del estudio durante los 72 días del rodaje. Ahora bien, los problemas con el estudio no fueron los únicos. Durante la promoción de la película todos parecían estar al tanto de que el producto final no era particularmente bueno. Esto llevó a rumores de extravagancias de Trank en set, muchas de las cuales no pasaron inadvertidas para el reparto.
Aunque nunca se confirmó, se ha dicho que Trank envió un correo electrónico poco antes del estreno de la película diciendo que esta era «mejor que el 99% de todas las películas de superhéroes que se han hecho«, a lo que un miembro del reparto respondió «No lo creo«. Se cree que esa persona era Miles Teller, con el que se dice que Trank llegó a las manos en un altercado durante el rodaje.
Tenía una forma de actuar del tipo ‘Soy una estrella del cine’, que incluía cuestionar incluso las peticiones de interpretación de menor impacto.
Sin embargo, aunque el director no aclara si las cosas llegaron realmente a un punto de enfrentamiento físico, parece que sí se llegó a una falta de comunicación total entre ambos.
Otro problema que tuvo Trank fueron los fans, específicamente por la decisión de contratar a un actor negro, Michael B. Jordan, para interpretar a Johnny Storm, alias la Antorcha Humana (Human Torch). El director dice que recibía amenazas hasta tal punto que dormía con una pistola cargada en la mesilla de noche.
Estaba recibiendo amenazas en los foros de IMDb diciendo que me iban a disparar. Estuve jodidamente paranoico durante ese rodaje. Si alguien hubiese venido a mi casa, habría acabado con su jodida vida. Cuando estás en un lugar donde la gente quiere ir a por ti, piensas, ‘Voy a defenderme’.