Aunque a Michael Rooker le encantaría volver al Universo Cinematográfico de Marvel, reconoce que tendría que ser como otro personaje, ya que traer de vuelta a Yondu se cargaría el gran momento vivido en Guardianes de la Galaxia Vol. 2.
El pirata espacial de piel azul murió en la secuela para salvar la vida de su hijo adoptivo, Peter Quill, después de que este derrotase a su padre biológico, el Celestial conocido como Ego. Tanto Rooker como el director James Gunn siempre han estado de acuerdo en no resucitar a Yondu, con Gunn llegando a decir que nunca se resucitará a Yondu mientras él pueda evitarlo.
De ninguna forma, estoy muerto. Mi personaje está muerto. Interpretaría a otra cosa, no me importaría. Interpretaría a otra cosa, pero ¿por qué querría interpretar a Yondu? Yondu tuvo una maravillosa, la despedida más increíble que nunca querrías en la historia cinematográfica de Marvel.
Dios mío, tío, ¿por qué quieres estropear eso trayendo ahora de vuelta al personaje? Estoy con Gunn. Hay consecuencias cuando mueres, se supone que tienes que quedarte muerto. ¿Para qué demonios volverías? ¿Para qué demonios traerías de vuelta a todos esos idiotas? Dadme un respiro. Seguid adelante, haced otra película.
Para el actor, la despedida de Yondu y su hijo adoptivo fue un momento precioso, calificándolo como una de las escenas más memorables de su carrera.
El momento en el que cojo la cabeza de Chris Pratt en mis manos, durante Guardianes de la Galaxia Vol. 2. Eso fue un momento precioso, precioso, precioso. ¿Cómo no emocionarse?