El editor y compositor John Ottman, que trabajó en varias películas de la franquicia de los X-Men, ha revelado que trabajó en un guión para una película individual de Bestia (Beast) que nunca llegó a ver la luz.
Según revelan, Ottman estaba trabajando en X-Men: Apocalipsis cuando su asistente, Byron Burton, le habló sobre un guión potencial centrado en el personaje de Nicholas Hoult. Al principio, Ottman no estaba convencido, y a pesar de que le advirtió que el guión posiblemente no acabaría llevando a nada, Burton terminó escribiendo un borrador que Ottman pensó que podría funcionar. Entonces Ottman empezó a modificar el guión.
El guión comenzaba con una misteriosa criatura acechando y aterrorizando un pueblo inuit.
Queríamos tener el ambiente de La Cosa de John Carpenter donde estás en un entorno inhóspito.
La película se centraba en Bestia, que luchaba por mantener vigilada su mutación y su bestialidad en la Mansión-X. Con el tiempo descubre que unhombre al que ayudó con una mutación similar está detrás de los ataques en el mencionado pueblo inuit. A medida que la película progresa, Bestia recibe la ayuda del Profesor Xavier y se enfrenta a Lobezno (Wolverine), para el que habrían contratado a otro actor debido a la marcha de Hugh Jackman tras Logan.
El final habría revelado que Mr. Siniestro (Mr. Sinister) estaba detrás de los eventos de la película.
La idea era que Siniestro fuese un villano para varias películas orquestando las cosas. Escribimos un resumen de finales de los 80 sobre una película de Omega Rojo donde la idea es Siniestro haciendo pruebas con los X-Men.
Ottman contactó con Fox, y le dijeron que necesitaba el permiso de Simon Kinberg, que ya estaba trabajando por entonces en X-Men: Fénix Oscura. Kinberg no leyó el guión, ya que no quería verse influenciado por él. También estaba buscando un reemplazo para Hugh Jackman como Lobezno para introducir de nuevo al personaje.
El hecho de que tuviésemos el guión que tuvimos en unas pocas semanas es un testamento a Byron, pero al mismo tiempo todo guión está siempre cambiando. Por mucho que pienses que un guión es perfecto, siempre acabas viendo que tiene algo ilógico o que tiene que volver a hacerse.