Ayer se revelaron los que podrían ser los motivos para que Netflix cancelase todas sus series de televisión basadas en personajes de Marvel Comics. Resumiendo, todo se debería a la intención de Disney de agrupar todo el material de Marvel bajo su paraguas.
Ahora, nuevos detalles de las posibles cancelaciones ponen más foco en el aspecto económico. Como ya comentamos, Netflix no era la dueña de las series, sino que pagaban una tasa de licencia por cada temporada de Daredevil, Luke Cage, Iron Fist, Jessica Jones, The Punisher y Los Defensores por separado.
A medida que fueron cayendo las audiencias, simplemente dejó de merecer la pena pagar tanto dinero por mantenerlas, especialmente teniendo en cuenta que cada vez había más diferencias con Marvel. Por ejemplo, Netflix quería bajar el número de episodios de cada temporada de 13 a 10, con el fin de darles un empujón creativo.
En el caso de Jessica Jones, la marcha de la showrunner Melissa Rosenberg jugó un papel importante en la decisión de cancelar la serie incluso antes de emitir la tercera temporada. Y con las estrellas de la serie teniendo ya ofertas futuras, Netflix no quería atarlas para una cuarta temporada cuando era poco probable que todo fuese a seguir adelante.
En general, era extremadamente caro producir estas series, y las decisiones de Netflix de si cancelar o renovar se basaron en la audiencia y los costes. Para la plataforma, estas series no merecían la pena.