En cuestión de pocos meses, Netflix ha cancelado todas sus series basadas en Marvel Comics, terminado así su relación con la compañía. Primero fue Iron Fist y poco después Luke Cage. A estas les siguió Daredevil, y muy recientemente han caído The Punisher y Jessica Jones. En cuanto a Los Defensores, lo cierto es que nunca llegó a haber esperanzas de una segunda temporada.
A pesar de que se ha especulado con que la razón de las cancelaciones podría deberse a diferencias creativas, ahora un nuevo informa arroja algo de luz y apunta en una dirección completamente diferente: el dinero.
Digámoslo de forma simple: Netflix no tenía ningún contrato de propiedad sobre ninguna de sus series de televisión de Marvel. Cada una de las seis series de Marvel era de Disney. Netflix pagó a ABC Studios una (alta) tasa de licencia por cada temporada de sus respectivas series. Aunque esas tasas de licencia llenaron las arcas de Disney, la Casa del Ratón, como otros conglomerados incluido Netflix, está cada vez más centrada en poseer su propio contenido. Y lo que es más, Disney está cada vez más centrada en llenar su próximo servicio, Disney+, con contenido y ya anunciaron en agosto de 2017 planes de quitar sus películas Marvel de Netflix. Los directivos de Disney y Marvel también han indicado que lo que se ha cancelado en Netflix podría vivir de nuevo en Disney+.
Como indica el artículo, las cancelaciones parecen ser un movimiento provocado por Disney en su plan maestro de agrupar todo el Universo Cinematográfico de Marvel bajo su paraguas, ya sea en Disney+, ABC, Hulu u otra plataforma.