Tal y como se pudo ver en el primer tráiler, X-Men: Fénix Oscura va tener un giro de lo más oscuro en cuanto a tono, algo que parece venir influenciado por la intención de películas como Logan o Deadpool de hacer un cine más adulto dentro del género de superhéroes.
De hecho, el propio director, Simon Kinberg, confirma que se inspiró mucho en Logan para conseguir el contraste entre el realismo y la espectacularidad.
La forma en la que quería hacer la película era muy diferente a la estética de películas de los X-Men previas, en las que he estado muy involucrado y de las que me siento muy orgulloso. Pero quería hacerla más natural, quería hacerla más provocadora, más hecha a mano, más real. Me inspiré mucho en lo que hizo James Mangold con Logan, y sentí que si podía introducir una parte de esa estética en la película, todas las cosas intergalácticas y de gran escala que ocurren en la película serían más impactantes, más realistas y más emotivas. Estarían arraigadas en alguna realidad.
Kinberg también dijo que quería que X-Men: Fénix Oscura se sintiese como una película de superhéroes, pero que aún así invocase el mismo tono y humor que estableció en Logan y en la franquicia Star Wars.
Y además, toda la película, desde los trajes hasta el título, pasando por el diseño del set y el aspecto del X-Jet, todo eso es simplemente más análogo en cierto aspecto. Mäs como, digamos, las películas originales de Star Wars. No esa analogía, pero las películas con las que crecí tenían esa crudeza, esa tensión, esa genialidad y ese sentimiento humano.