Después del demoledor final de Avengers: Infinity War, a los fans de Marvel nos hacía falta una película como Ant-Man y la Avispa (Ant-Man and the Wasp). Su tono ligero y su sentido del humor, seña de identidad también de la primera entrega, marcan el estilo una vez más de la franquicia para ofrecernos una historia divertida y con corazón de principio a fin.
Ahora bien, pongamos las cartas sobre la mesa, la película no está a la altura de los últimos estrenos de Marvel Studios. Por muy entretenida que sea, el argumento flojea bastante y quienes salvan la película son sus personajes. Paul Rudd sigue interpretando a un muy carismático Hombre Hormiga (Ant-Man) mientras que Evangeline Lilly destaca por encima de todos con su Avispa (Wasp). El resto del reparto, nuevos y repetidores, también están a la altura y saben sacarle jugo a las escenas más cómicas de la película. Poco se puede decir de las escenas dramáticas, porque no es que haya muchas. Aunque las escena entre Scott Lang y su hija sí que consiguen llegar al espectador y mostrar la buena química entre los actores. Aún así, la química a destacar es la que hay entre Scott Lang y Hope Van Dyne. Si alguien temía estar ante una película romántica, que se olvide del todo. Tampoco es una cinta de robos, como se nos vendió la primera entrega.
La acción tira, como no podía ser de otra manera, de todos los recursos con los que permite jugar la capacidad para cambiar de tamaño de los protagonistas. Muy buenas escenas de acción en general y en especial la protagonizadas por la Avispa. Y es que este personaje, tan esperado por los fans de Marvel, es lo mejor de la película. Es imposible terminar de ver la película y no desear ver a la heroína con los Vengadores. Pero los cambios de tamaño no solo son un recurso de acción, sino que también dan lugar a los mejores gags de comedia. Y, por supuesto, al humor también contribuyen los personajes secundarios que ya destacaron en la anterior entrega: Luis y el resto de ex-convictos.
Por otro lado, si bien durante la fase tres del Universo Cinematográfico de Marvel el estudio ha sabido mejorar notablemente a sus villanos, en este caso se lleva a cabo una presentación distinta. Fantasma (Ghost) no es un villano al uso, aunque se puede empatizar fácilmente con ella y entender sus motivaciones. Ahora bien, lo mejor es el efecto visual del personaje, que es capaz de cambiar de fases.
Por ir concluyendo, el divertido tono de la película y su sentido del humor proporcionan un buen viaje mientras se ve la película. Sin embargo, al acabar uno no puede evitar la sensación de haber visto una película algo incompleta. Le falta algo. Un gran final, una gran batalla, o una mejor historia. Salvando las distancias, parece más que estemos ante un capítulo de una serie. Uno divertido, sí, pero anodino dentro de la temporada completa. Temporada que terminará con Captain Marvel y con Avengers 4. Así que sí, la película es divertida si se va a lo que se va, que es echar un rato agradable, pero que nadie espere otra Infinity War. Como consejo final, decir que la última escena post-créditos no merece para nada la pena. Eso sí, la primera es crucial.