Si las series de Marvel en Netflix empezaron con un altísimo nivel gracias a Daredevil, lo cierto es que con el tiempo las hemos visto ir perdiendo calidad con cada nuevo estreno. Por ello, ahora las esperanzas están puestas en uno de los puntos mas atractivos de la segunda temporada de Daredevil. ¿Pero es The Punisher la serie que servirá a Netflix para recuperar las buenas críticas?
Con media temporada vista, podemos decir que The Punisher es la vuelta a la senda correcta. Sin alcanzar los niveles de perfección de su compañero de la Cocina del Infierno, la primera temporada del Castigador nos ofrece un retrato más intimista sobre su protagonista y su entorno. A pesar de lo visto en la anterior aparición de Frank Castle, el Castigador aún no ha nacido. La segunda temporada de Daredevil solo fue una presentación de Castle pero, ahora con más tiempo, se pretende volver un poco atrás en el personaje y mostrar cómo de verdad nace el Castigador.
Se ofrece una narrativa lenta, pero no por ello mala. Se buscan los detalles y la creación de atmósferas. Salvando las distancias, una lentitud que recuerda a Breaking Bad. Y es que al igual que aquella, esta serie no busca tanto el «qué» como el «por qué». Nos sumergimos en la mente de Frank Castle y otros que han vivido experiencias similares para entender cómo funciona su cabeza, cómo una persona que ha sufrido tantos traumas es capaz de seguir adelante. Quizás podríamos definir la serie de esa manera, como una serie sobre los traumas: La guerra, ver a compañeros morir, una vida de violencia, ver al mundo arder, la pérdida de todo lo que amas y la soledad. Por supuesto, a empatizar con todo lo vivido por el anti-héroe ayuda la tremenda interpretación de Jon Bernthal. A nadie le quedaron dudas de la excelente elección de casting cuando apareció en Daredevil, y aquí un soberbio Bernthal sigue demostrando que él es el mejor Castigador que podíamos tener. La narrativa lenta y cuidada, centrada en los personajes, nos da el mejor escenario para acompañar a Castle en un viaje a través de su pasado y su forma de lidiar con ello en el presente. Viaje en el que además se hace imprescindible la presencia de Micro. La relación de ambos personajes es uno de los grandes puntos fuertes de la serie.
Quizás a muchos decepcione (no a quien escribe estas líneas) la falta de violencia. Hay armas, sí. Hay disparos y sangre, pero casi como en cualquier tipo de película de acción. No hay una excesiva recreación en ello. Esto no es Punisher: War Zone. Esta serie no va sobre la violencia per se, sino sobre los motivos para ella y sus consecuencias. Es un elaborado dossier con flashbacks y personajes secundarios para entender como una vida de violencia afecta a las personas para siempre.
Con una primera parte de temporada muy buena, The Punisher promete ser la salvadora de las series Marvel de Netflix tras una mala racha. Una vuelta al camino que emprendió Daredevil a través de una historia de suspense en la que cada revelación hará que Frank Castle esté cada vez más cerca de convertirse en el Castigador.
