[Crítica] Thor: Ragnarok

Póster de Thor: Ragnarok

Thor: RagnarokEmpecemos por lo básico. No, no es la película de Thor que a lo mejor todos esperan cuando saben que trata sobre el Ragnarok. Quizás ni siquiera es una película que te puedes esperar de Thor. Pero seamos claros, es la mejor película de la trilogía con diferencia.

A muchos les molestará el sello de su director, Taika Waititi, siempre presente a lo largo del metraje. Quienes conozcan la obra del neozelandés no se sorprenderán del espíritu que respira la cinta, con una temática ochentera que la diferencia claramente de sus antecesoras. Y quizás sea esa la clave de esta tercera parte. Las películas previas del Dios del Trueno son consideradas por muchos el eslabón débil del Universo Cinematográfico de Marvel. Por ello, para esta tercera entrega se hace borrón y cuenta nueva. Obviamente, no estamos ante un reinicio en cuanto a continuidad, pero sí en lo referente a todo lo demás. Un nuevo enfoque y un nuevo espíritu que nos muestran al Thor más original.

A ello contribuye especialmente Chris Hemsworth en el papel del héroe titular. Pese a lo que muchos temían con la inclusión de tantos personajes y las actuaciones anteriores, el actor, lejos de quedar como un personaje más, se echa la película a la espalda y consigue mostrarnos una nueva faceta más cómica y humana del Dios del Trueno.

Muchos temblarán al leer la última frase. Sí, comedia. En una película de Thor. Si bien el Thor que estamos acostumbrados a leer en los cómics no hace gala de un gran sentido del humor, esta nueva reinvención del personaje opta por la vía de la comedia. Y aunque a veces duela el distanciamiento del material fuente, hay que saber reconocer cuándo una cosa funciona, y aquí lo hace a las mil maravillas. Habiendo disfrutado, en mayor o menor medida, de todas las películas del UCM y de su «fórmula», y habiéndome reído con cada entrega de los Guardianes de la Galaxia, he de reconocer que Thor: Ragnarok es la película con la que más me he reído con diferencia.

Thor: Ragnarok

Pero que nadie tema. El espectáculo que nos ofrece Waititi no se queda solo en unas carcajadas. No tendrá el guión de Capitán América: El Soldado de Invierno, pero desde luego es mejor que muchos otros del UCM. Con algún que otro giro y alguna sorpresa, la película al menos nos ofrece una historia que se sale de lo habitual, volviendo el mundo de Thor patas arriba con un viaje que nunca sabemos por donde va a salir.

En cuanto a los personajes secundarios, todos cumplen sobradamente con sus papeles. Incluso vemos progresos y pequeños arcos en cada uno de ellos que les permiten crecer. Loki vuelve a ser uno de los grandes aciertos, siempre genialmente interpretado por Tom Hiddleston y enfatizando su eterna relación de amor/odio con su hermano mayor. Hulk, que no el enclenque Bruce Banner, roba cada escena en la que sale, ofreciéndonos una de las mejores versiones del personaje vistas hasta ahora en el cine. El esperado personaje de Jeff Goldblum, el Gran Maestro, roba carcajadas en cada escena en la que aparece, siendo uno de los mejores puntos de la película. En el otro polo, Valkiria es el personaje más serio del bando de los «buenos», y convence como la tipa dura de la cinta. Por último, solo añadir que el trabajo de Waititi con cada uno de los personajes es tal que hasta Skurge el Ejecutor cuenta con su propio arco y sus distintas capas, de modo que no estamos ante un simple matón. Pero vayamos a lo que todo el mundo quiere saber: la villana. Hela no llega al nivel de Loki, hay que ser sinceros, pero desde luego está entre los mejores villanos de Marvel, en gran parte gracias a la genial Cate Blanchett. Sin embargo, no llega a ser la gran villana que muchos esperaban. Es tremendamente poderosa, tiene motivaciones, tiene gran carisma, pero le falta un toque más humano para poder entenderla del todo y poder empatizar con la Diosa de la Muerte. No llega a adquirir esa importancia que la suba a lo más alto de los villanos del género, pero al menos no es un simple malo al que golpear. Desde luego, su aparición conlleva grandes cambios para el status quo del Dios del Trueno.

En resumen, Thor: Ragnarok es, sin duda, una de las entregas más divertidas de Marvel. Las escenas de acción están al merecido nivel del personaje, con algunas secuencias bastante espectaculares. Y, para darle más emoción, la banda sonora rompe con toda la temática de las películas previas. Manteniendo el espíritu de la película, estamos ante una de las mejores bandas sonoras del UCM. No es una película que vaya a cambiar el rumbo del UCM, ni a darle una vuelta al género de los superhéroes, pero es una película que os hará reír como hacía tiempo que no lo hacíais y que os va a hacer adorar al Dios del Trueno. Una película, en definitiva, para disfrutar como un crío.

Thor: Ragnarok