[Crítica] Agents of S.H.I.E.L.D. 4×16 – What If…

Agents of S.H.I.E.L.D.

Después de un largo parón, Agents of S.H.I.E.L.D. ha vuelto en una recta final que promete ser muy emocionante. El nuevo episodio de esta última tanda, bajo el título What If..., es un claro homenaje a los cómics Marvel.

Todo el concepto, desde su título, pretende ser fiel al estilo de los cómics más clásicos ahondando en una realidad ficticia o alternativa en la que Hydra se ha hecho con su ansiado control del mundo y S.H.I.E.L.D. ha caído. Y en este nuevo orden mundial, solo las agentes Daisy Johnson y Jemma Simmons saben la verdad.

La idea de tener a todos los agentes en el Framework es una genialidad de cara a poder explorar conceptos que no podrían hacer en la realidad donde se asienta la serie. Por ello, todo el episodio transcurre en este universo, donde cualquier cosa es posible. No existen las limitaciones que impone la realidad, de modo que las tramas pueden ofrecernos multitud de detalles en este mundo que no hubiéramos podido ver en la «realidad» de nuestros agentes. De este modo, la vuelta de Grant Ward es más que bienvenida. Es un gusto volver a ver al actor en la serie en un papel que nos recuerda más a aquel con el que le conocimos. Ya sabéis, antes de su pequeña traición. Y si bien el giro de su personaje, agente de Hydra a la luz del día en el Framework, se veía venir, al revelarse aquí también como un traidor, no por ello deja de ser del gusto de los fans. Parece que esta versión de Ward va a estar a la altura de lo que todos esperábamos de él en los inicios de la serie.

Al menos así lo deseamos, porque Daisy y Jemma van a necesitar toda la ayuda posible. Sus amigos están absorbidos en este mundo y les va a costar trabajo hacer que recuerden quienes eran. Aunque el final del capítulo ya nos dejó con un Coulson que empezaba a recordar. Y es curioso el papel que ha adoptado el bueno de Phil en esta realidad, donde sus compañeros agentes son miembros de Hydra y él se dedica a la enseñanza. Se supone que en este mundo todos deberían ser felices. Está hecho para evitar sufrimientos. Ahora bien, no veo cómo ser profesor mejora la vida de Coulson.

Pero igual la motivación de AIDA (sí, el androide que metió a todos los agentes en esta realidad ficticia) no es realmente esa. Un gran aliado del Profesor Radcliffe durante el desarrollo de AIDA fue Fitz. Y, durante este proceso, pudimos ver cómo se creaba un vínculo entre el droide y el agente, algo que ha terminado en una relación amorosa en el mundo gobernado por Hydra, con la propia AIDA a la cabeza. Esto nos lleva a preguntarnos si el androide desarrolló esta realidad para poder estar con Fitz. Sería un giro más que interesante, ver que AIDA se ha saltado sus protocolos por un motivo tan humano como el amor.

Sin embargo, otros personajes no han hecho acto de presencia durante este inicio de arco argumental. El director Mace, el citado Radcliffe y el agente Mack están, de momento, en paradero desconocido. Quién sabe si serán miembros de la resistencia de S.H.I.E.L.D. que apoya Ward y a la que Daisy y Jemma tendrán que unirse ineludiblemente. Posiblemente sea algo que descubriremos en el próximo capítulo.

Por último, no puedo pasar por alto la aparición del Triskelion. Este edificio, que fuera presentado y destruido en Capitán América: El Soldado de Invierno, guarda la misma estética en la serie, salvo por el pequeño detalle de ahora tener logos de Hydra por todas partes. Genial nuevo punto de unión con el UCM.

Concluyendo, este nuevo arco ha empezado muy fuerte. Estamos ante unas historias nuevas, llenas de sorpresas y que distan mucho de lo que hemos visto hasta ahora en la serie. Esta cuarta temporada está demostrando un elevadísimo nivel y esperamos que pronto haya confirmación de una nueva temporada. Hail Hydra!