Los estrenos de las nuevas películas de Andrew Garfield están dando lugar a multitud de entrevistas con el actor en las que, obviamente, se toca el tema de su interpretación del trepamuros en la franquicia The Amazing Spider-Man.
Hemos leído cosas como que Garfield luchó con el papel, que no resultó ser lo que esperaba o que la franquicia le terminó decepcionando. También hemos leído que incluso podría haber forzado su despido, y ahora The Hollywood Reporter informa que el actor firmó para hacer las películas sin nisiquiera haber leído un guión y sin ser consciente de dónde se metía. Además, el actor apunta que la mentalidad corporativa que intentaba crear las películas menos objetables posibles, no fue de su agrado.
El niño de cuatro años que había dentro de mí no habría dejado que fuese de otra forma. Tuve que luchar realmente duro para asegurarme de que se rendía homenaje y que ofrecíamos algo realmente divertido y entretenido, y también lo suficientemente emotivo, complejo y profundo para todos los jóvenes que quieren ver a su superhéroe favorito. Salieron muchas cosas bonitas de eso. Conocí a alguien que sigue siendo increíblemente importante en mi vida, puedes adivinar de quién se trata.
Pero la diferencia entre cómo me sentí cuando salieron Nunca Me Abandones y La Red Social y cómo me sentí con la franquicia The Amazing Spider-Man fue que no me sentí representado. Me sentía muy representado por esas otras dos películas, y con lo de The Amazing Spider-Man de alguna forma extraña no me sentí como que fuese mi trabajo. Sentía como una apariencia de ello o una sombra de ello, pero al final me sentía como envuelto en ese filtro.