Este pasado fin de semana tuvo lugar en Madrid la XIX edición de Expocómic. Con una nueva organización y una nueva localización, este año la convención prometía ofrecer toda una nueva experiencia para los amantes del cómic. ¿Pero ha estado a la altura de las expectativas?
Para empezar, el nuevo emplazamiento en IFEMA ha permitido que la feria tuviera todo el espacio que necesitaba para stands, escenarios y demás puestos, y sin que el recinto se sintiera vacío en ningún momento. Y es que el público ha respondido muy bien a la nueva edición del evento. El ambiente fue fantástico, con un porcentaje de cosplayers altísimo que ayudaban a mejorar la atmósfera de Comic Con. Por supuesto, no podían faltar los puestos de venta: cómics, camisetas, figuras y demás merchandsing para todos los públicos. Todo lo necesario para crear un buen ambiente en el que los fans se sintieran cómodos estaba ahí. Y sin duda alguna, el público ayudó a ello.
En cuanto a actividades, hay que reconocer que la organización flojeó, y no porque no las hubiera. Toda la programación estaba llena con diversas actividades que hacía que uno no tuviera descanso en todo el fin de semana si así se lo proponía. Sin embargo, el interés de estas no era muy alto. Y es que, tristemente, el cómic como tal se ha visto un poco dejado de lado este año. Si bien es cierto que toda convención de cómic siempre reúne distintas facetas del género, llamémoslo «friki» o «nerd», con contenido de universos como el de Star Wars o el mundo del manga, este año el cómic se vio demasiado relegado en favor de estos otros entretenimientos. Prácticamente ninguna actividad tenía relación directa con el mundo del cómic, y las que lo tenían eran de poco interés. Las butacas libres en las salas de las llamadas Master Class así lo delataban.
Por otro lado, los invitados a esta edición tampoco llegaban al nivel de otras convenciones que tenemos también en España. Sin menospreciar a los artistas asistentes, se echó en falta algún gran nombre internacional. Desde aquí vemos necesario y obligatorio el apoyo de nuestro producto nacional, sin ninguna duda, y aplaudimos la presencia de artistas de la talla de Paco Roca, Salvador Larroca, Mikel Janín o Cafu, y de otros con menor proyección. Pero la presencia de algún artista internacional habría encumbrado más la Expocómic de este año. Y es que el gran atractivo extranjero de este año fue Ray Park, conocido sobre todo por interpretar a Sapo en X-Men y a Darth Maul en Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma. Y, afortunadamente, el actor dio un gran espectáculo y se mostró más que agradable con todos los fans. Además, dado que es imposible que todos los asistentes pudieran intercambiar algunas palabras con los artistas presentes, hubiera estado bien que al menos los medios hubiéramos podido tener unas palabras con ellos en forma de entrevista corta o improvisada que luego pudiera llegar a todos. Sin embargo, la organización con la prensa ha sido un tanto confusa este año, esperemos que solo por los problemas que conlleva organizar semejante evento por primera vez.
En resumidas cuentas, la nueva organización de Expocómic Madrid apunta maneras con un espacio más grande que antes y un ambiente más logrado. Sin embargo, deberán mejorar la parte de actividades con un contenido más enfocado al mundo del cómic, haciendo uso de los artistas invitados para charlas o clases, si quieren mejorar la experiencia de los usuarios. Y para ello, quizás, deban renunciar a contenidos menos relacionados con este mundillo, como el concurso de bailes coreanos. En definitiva, esta edición ha ofrecido un mayor espacio para la diversión y una serie de actividades que, si bien pudieran ser entretenidas para un público minoritario, no estaban a la altura de las expectativas. Pero toda nueva organización lleva un tiempo y estamos convencidos que el año que viene, año en que se celebra la XX edición de Expocómic, el evento superará nuestras expectativas.
