Después de unas semanas de parón en la serie, retomamos nuestras reseñas de Agents of S.H.I.E.L.D. con el séptimo episodio de la actual cuarta temporada. Este nuevo capítulo retoma el intrigante final de su antecesor para desvelarnos lo ocurrido con Fitz, Coulson y Robbie Reyes después de que Eli activara la máquina que le ha dado unos impresionantes poderes.
Si bien la historia no ha avanzado mucho, este episodio cumple con la dosis de acción habitual y con un evento muy impresionante que seguro ha agradado a muchos fans. Ya sabéis que nuestras reseñas siempre vienen con spoilers, así que dejad de leer si aún no lo habéis visto.
Dicho giro ha sido, probablemente, el momento más impresionante del capítulo de esta semana. Para sorpresa de los espectadores, Mack ha asumido temporalmente el título de Motorista Fantasma (Ghost Rider) al ser poseído por el Espíritu de Venganza que previamente habitaba en Robbie Reyes. Afortunadamente, los guionistas han sabido pararse los pies y no prolongar este fenómeno a más episodios, dejándonos una situación nueva y disfrutable sin afectar al canon del personaje del Motorista Fantasma. Ahora bien, este hecho sí que nos deja una duda: ¿Por qué el Espíritu controlaba completamente a Mack?
Impresiones a parte, el capítulo se ha centrado en lo ocurrido con los personajes desaparecidos en otra dimensión. Y, a pesar de que todo parece arte de magia o trucos del demonio, parece que Fitz siempre encuentra una explicación científica a todo. Ahora bien, si alguien la ha entendido, que nos lo diga. Sin embargo, este episodio parece haber puesto unas migas interesantes para marcar el camino a seguir de ahora en adelante. Si bien el tema del viaje a otras dimensiones es algo digno de explorar, parece que de momento eso quedará en espera. Más interesante es el cambio que ha sufrido Mack al verse poseído por el Espíritu de Venganza, tal y como refleja su alianza con Robbie Reyes (ya con el Espíritu de vuelta a su cuerpo) al final del capítulo. Veremos qué nos depara esta asociación de lo más interesante, y más teniendo en cuenta las creencias religiosas de Mack.
Otro punto que esperamos ver cómo continúa es la revelación de que el director Mace ha trabajado junto a la senadora anti-inhumanos, algo que ya sabe Fitz. Eso por no hablar de cómo han utilizado a Simmons en ese acuerdo. No es ningún misterio que nuestros agentes habituales desconfían seriamente de su nuevo director, y esto es algo que en algún momento deberá explotar. Por último, AIDA empieza a postularse como futura villana. Sabíamos que este momento iba a llegar, y en este último capítulo vemos cómo su conciencia artificial empieza a desarrollar planes por sí sola. ¿Estará esta nueva conducta condicionada por la lectura del Darkhold?
La verdad es que, hasta ahora, la serie ha mantenido un buen nivel de acción seguido de misterio tras misterio. Sin embargo, si hay que criticar algo, es la falta aparente de un rumbo claro. Resulta obvio que los encargados de la serie tendrán el transcurso de la temporada ya decidido, pero los espectadores estamos acostumbrados a ver una guía clara desde el principio, algo que esta temporada no terminamos de ver. Aunque, al menos, de esta forma aumentamos las posibilidades de sorpresa. Esperemos que la serie no baje el ritmo y nos siga haciendo disfrutar de igual manera.
Como de costumbre, esperamos vuestras opiniones, críticas, especulaciones y demás cosas que queráis decir en la sección de comentarios.