En 2011 se produjo el estreno de una de las consideradas como peor película de superhéroes de todos los tiempos, Green Lantern, un intento de la competencia por llevar a uno de sus buques insignia a la gran pantalla que resultó ser un fracaso en taquilla.
Afortunadamente, el protagonista de la película, Ryan Reynolds, sobrevivió a ese naufragio y con el tiempo pudo regalarnos Deadpool. Ahora, en una entrevista para The Playlist, Reynolds habla de la lección aprendida en Green Lantern, lo cual le ayudó con el filme del Mercenario Bocazas.
Tienes que volver al guión, guión, guión. En Green Lantern no tuvimos un guión funcionando hasta que llegamos a la mitad del rodaje. Eso es un hándicap, no hay nada que puedas hacer con eso. Y muchas veces es la naturaleza del negocio, primero es un póster y una fecha de estreno, empezar a rodar y descubrir el resto sobre la marcha. Y eso es simplemente una locura. Es duro para todo el mundo. Todo el mundo que trabajó en esa película dio hasta su última gota de sangre.
