Reconozco que no es fácil hacer reseñas semanalmente de cada capítulo de la serie Agents of S.H.I.E.L.D., puesto que hay veces que no hay mucho que comentar.
Y me temo que esta semana estamos ante una de esas situaciones. Sin embargo, para no perder las costumbres, intentaremos comentar algunas cosillas interesantes del último capítulo. Pero no nos engañemos, la falta de comentarios no es por no haber disfrutado de la última entrega, todo lo contrario, el episodio ha sido un más que entretenido capítulo en lo que está siendo una genial temporada para la serie.
Además, por primera vez esta temporada, hemos disfrutado de un capítulo con una sola línea argumental. Todo el equipo estaba volcado con la infiltración en la prisión, lo cual nos ha llevado a poder ver algunas escenas muy buenas.
Quizás la mejor de este episodio fuera la de Daisy Johnson repartiendo leña en el comedor de la prisión. Por fin hemos podido ver a Quake luchando de nuevo junto a S.H.I.E.L.D. (aunque a su manera) y sin hacer uso de sus poderes. Y es que el adiestramiento por parte de May se nota. Durante la escena de la pelea también pudimos vivir un gran momento en manos de Phil Coulson, o debería decir en mano a secas. Una vez más, el gran escudo holográfico de S.H.I.E.L.D. ha vuelto a proyectarse desde la mano robótica del bueno de Coulson para salvar la situación. ¿Qué más gadgets podrá diseñar Fitz?
Otro de los momentos más impactantes del episodio fue el protagonizado por el Motorista Fantasma, al que le sigue costando prenderse en llamas. Al menos en esta ocasión le vimos acabar con más de un maloso ¡y a golpe de cadena ardiente! Aunque pensaba que después del último capítulo no le haría falta volver a coger una cadena del entorno teniendo ya la suya.
Por otra parte, aunque todo el capítulo giró en torno a la intrusión de los agentes en la prisión, sí que tuvimos algunas escenas menores en los cuarteles de S.H.I.E.L.D. El nuevo director ha revelado al mundo su condición de Inhumano en una entrevista televisiva, entrevista durante la cual vimos algunos guiños interesantes: en primer lugar, el que catalogaran al director de «patriota» hace referencia al alter ego que Jeffrey Mace tenía en los cómics, y en segundo lugar se establece que el propio Mace estaba en Viena durante el atentado que llevó a cabo Helmut Zemo en la reunión por los Acuerdos de Sokovia. Aunque luego este hecho nos es desmentido por Simmons, quien parece conocer algunos secretos sobre su director que nosotros aún no sabemos.
En definitiva, el capítulo ha sido de lo más entretenido y, aunque no ha avanzado mucho en la trama, sí que nos ha dejado grandes momentos. Al fin y al cabo, estamos en una serie donde la historia debe avanzar a un ritmo más lento. Dicho esto, ojalá el resto de la temporada mantenga el nivel que está teniendo de momento.