The Wrap ha publicado más posibles detalles sobre la reciente revelación de que Tim Miller no dirigirá Deadpool 2, y esta vez tiene que ver con el presupuesto.
Aparentemente, Ryan Reynolds y los guionistas Rhett Reese y Paul Wernick querían hacer de nuevo una película obscena y barata a base de retales, de forma similar a la primera, pero Miller quería algo más estiloso que habría costado tres veces más y se parecería más a las típicas películas de superhéroes.
Obviamente, ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, pero gastarse 150 millones de dólares en una película implica una obligación de obtener unas ganancias que quizás tendría impacto en la producción.
Había dos películas totalmente diferentes sobre la mesa, y una de ellas simplemente no era Masacre.