Tras una semana, retomamos nuestras habituales reseñas de Agents of S.H.I.E.L.D. con el capítulo 17 de la tercera temporada, titulado The Team.
Empezar diciendo que la ausencia de la reseña anterior se debe a que, con el final del anterior capítulo, daba la impresión que este sería una continuación directa, de modo que pareció mejor esperar para realizar una reseña de ambas partes a la vez. Sin embargo, para nuestra decepción, la acción inacabada del capítulo anterior a penas dura unos 10 minutos de este nuevo episodio.
Y es que el penúltimo episodio nos prometía una continuación a lo grande con la unión de todo el equipo de los Guerreros Secretos. Y así fue, aunque no como todos esperábamos. La misión de los nuevos reclutas junto a Daisy y Lincoln nos ofrece una geniales escenas de acción y trabajo en equipo, pero apenas podemos disfrutar de esa buena dinámica unos pocos minutos.
Centrándonos en lo que ha sido el núcleo del episodio, cabe destacar que el misterio ha vuelto a ser uno de los pilares de la trama. Un misterio que, además, se vio incrementado con un giro inesperado hacia el final del capítulo. Si bien la mayoría del tiempo lo hemos pasado en la base de S.H.I.E.L.D., la dinámica entre los personajes y la historio central, aunque no muy compleja, nos ha ofrecido nuestra dosis de entretenimiento semanal. Por no hablar de, como ya es costumbre, las cosas que siembra para el futuro.
Y aunque el episodio ha supuesto una pequeña decepción, más por lo que parecía prometer que por otra cosa, no deja de ser un enfoque interesante en la construcción del equipo de Guerreros Secretos. Quizás lo más decepcionante fuera, precisamente, las expectativas de al fin tener al equipo formado, cosa que no acabó siendo tan literal. La formación del súper equipo se está haciendo de rogar. No olvidemos que era uno de los alicientes cuando se anunció la temporada el verano pasado. Sin embargo, a estas alturas aún no hemos podido ver de verdad al equipo. Y cuando parecía que al final lo íbamos a tener oficializado, nos llevamos la sorpresa de este capítulo. La dinámica de enfrentar a los personajes miembros de un equipo siempre funciona bien, cuando hay motivos, claro. Sin embargo, esta equipo aún no tiene la experiencia ni la confianza suficiente para poder sacarle todo el jugo a esa historia, de modo que la discusión entre los guerreros carece de la importancia que debiera tener. Para colmo, este capítulo ha vuelto a enterrar nuestras expectativas de ver de verdad al súper grupo.
Otro detalle más a criticar es la muerte de un personaje tan importante. El que se nos había vendido como el principal villano de la temporada nos ha dejado de la forma menos impactante y valerosa de todas. Marvel Studios se ha ganado la mala fama de no saber tratar a sus villanos, y una vez más lo ha vuelto a demostrar. Después de que el personaje ganara, aparentemente, más valor en el anterior capítulo en favor de la muerte de su hija, ahora se lo quitan de en medio de la forma más sutil y sin darle importancia alguna. Un desaprovechado villano cuyo destino, aunque ya escrito, podría haberse diseñado de mejor manera.
No quisiera desmerecer al capítulo, que ha tenido también sus aciertos. Pero el hecho de que se nos prometiera una cosa y luego acabáramos con otra ha terminado con la paciencia de este pobre fan que lleva desde verano esperando lo que parecía que iba a pasar en este capítulo. Ahora tocará esperar y seguir viendo como evolucionan las tramas, a la espera de que de verdad se forme el equipo que todos deseamos ver. Y, antes de dejar estas líneas, quisiera hacer un último comentario: !Olé Fitz-Simmons!