Nuevo capítulo de Agents of S.H.I.E.L.D. y nueva reseña. Esta semana se ha emitido el séptimo capítulo de la tercera temporada, titulado Chaos Theory.
El capítulo ha venido cargadito de contenidos y con varias cosas que comentar. Lo primero que hay que decir, a nivel general, es que este episodio se mantiene en la media de la temporada y abre su abanico en varias direcciones. Como hemos ido viendo a lo largo de la temporada, el equipo es más grande que nunca y las misiones a abarcar son más numerosas. Esto nos lleva a tener más tramas en la serie, lo cual es de agradecer por el espectador cuando todas son buenas, pero que a su vez repercuten en el ritmo de la serie, pues no hay tiempo para todo.
En este episodio el protagonismo ha recaído sobre el descubrimiento que se hacía en el episodio anterior, así que si no lo habéis visto largaos de aquí ya: Lash es el Doctor Andrew Garner. Durante cinco episodios estuvimos muy intrigados sobre el origen de este personaje que en los cómics se dedica a eliminar a los Inhumanos no dignos de serlo.
En esta ocasión, vemos varios cambios respecto a la viñeta. Para empezar, el Lash de los cómics no tiene forma humana, aunque en esta ocasión Lincoln ha dejado entrever que solo es cuestión de tiempo que Garner asuma su forma Inhumana definitiva. Por otro lado, las motivaciones de este Lash no están del todo claras. Sabemos que Andrew/Lash siente ese impulso de matar a los demás Inhumanos desde que se transformó, aunque no está claro por qué. De este modo, se nos muestra una dualidad Andrew vs. Lash semejante a la de Bruce Banner y Hulk. El buen doctor se transforma en una bestia de destrucción, aunque aquí no queda ni rastro del buen corazón que tiene Hulk en el fondo.
Pese a las sorpresas, hay que decir que esta trama ha empeorado mucho. La temporada arrancó con un personaje misterioso y muy poderoso de intenciones desconocidas, sembrándonos una buena expectativa. Lamentablemente apenas ha habido desarrollo y en siete capítulos hemos visto poner fin a esta historia. Posiblemente veamos más en el futuro, sí, pero el sabor que se nos queda no deja de ser amargo. El personaje apenas se ha visto, no ha tenido desarrollo y seguimos sin tener clara su intención. En los cómics, Lash es un personaje noble, convencido de lo que hace. Se nos muestra como un villano, pero no de los que matan por placer o con motivaciones megalómanas. Es una persona que cree tanto en lo que hace como el héroe. Aquí esas motivaciones pasan desapercibidas y delegadas a un mero instinto asesino de un animal irracional. Todas esas capas del personaje se pierden. El hecho de que Lash fuera Andrew Garner le daba una nueva variante al personaje y un emocionante giro, pero la resolución final en este capítulo es bastante decepcionante. La amenaza resulta no ser tan amenazante. Todos descubren enseguida quién es el malo enigmático y le paran los pies a la primera.
Desde luego esto se veía venir desde el inicio del capítulo, pues una exagerada actuación de Garner mostraba su maldad desde el principio, dejándonos a ver que ese comportamiento no pasaría desapercibido para los demás. Y es que queda cutre y poco trabajado que, después de 5 capítulos siendo Lash sin que lo sepamos y siendo el doctor simpático de siempre, ahora que el espectador sabe la verdad sobre Garner, el doctor lance esos comentarios tan directos y esas miradas tan amenazadoras. Demasiado rápido y forzado.
Pero bueno, esta trama también nos deja puntos interesantes. Para empezar, una nueva May que ya vemos que sabe sufrir, pero hace lo necesario. También tenemos la vuelta de Lincoln al equipo, y parece que esta vez para quedarse y formar parte de los Guerreros Secretos. ¿Veremos a Joey también en él? Una vez más, tenemos un guiño a la afición del bueno de Mack por las hachas, ¿qué nos estarán preparando? Y el último detalle relacionado con la trama de los Inhumanos lo tenemos al final, en esa última escena que sirve para dejarnos con la miel en los labios. Rosalind partía como una enemiga, pero en pocos capítulos se ha ganado la simpatía de muchos fans por su historia romántica con Coulson. Y ahora, que ya nos hacíamos a la idea, nuevo giro de tuerca. ¿Serán, finalmente, Ward e Hydra los grandes enemigos de la temporada?
El resto de historias se han visto relegadas a un segundo plano en este episodio. Poco hemos visto de Ward salvo esa escena final, y es que parece que S.H.I.E.L.D. ha dejado en pausa esta misión después de los últimos hechos. Bobbi y Hunter abandonan su sed de venganza temporalmente, quedando como personajes innecesarios en la serie. El trato que le está dando la serie a Pájaro Burlón en esta temporada es lamentable. Bien es cierto que la idea de ese personaje tocado aún por los hechos de la temporada pasada es interesante y añade nuevas capas para la interpretación de Pallicki, pero si después no se usa al personaje esos puntos caen en saco roto. Esperemos que esto se deba a que el rumor sobre la serie Marvel’s Most Wanted es cierto y que veremos a Bobbi y Hunter en el spin-off. Si no, el desperdicio del personaje sería inentendible. Aunque bien es cierto que Hunter de por sí no aporta mucho, Pájaro Burlón puede aportar muchísimas cosas más que una aburrida trama romántica.
En la última trama tratada parece que el maratón del amor de Fitz está a punto de acabar. En otro intento por satisfacer a su querida Simmons, el bonachón de Fitz repara su móvil y escucha todas las grabaciones que hizo Simmons en su viaje interplanetario. Entonces la llama del amor brilla más fuerte que nunca. Por si fuera poco, a la ya misteriosa trama del portal se le añade un misterio más relacionado con Will, aquel viajero de la NASA perdido en el otro planeta. Con la trama de Lash terminada, aunque esperemos que solo sea una pausa, confiemos en que la historia del portal se coja con más fuerza en el próximo capítulo y descubramos alguna cosita nueva.
Resumiendo, que ya sé que queréis pasar a la sección de comentarios, este capítulo sigue resolviendo misterios a la vez que siembra nuevos, lo cual ayuda a mantener al espectador en vilo pero sin llegar al cansancio por la espera. Una maniobra buena que viene acompañada por distintas tramas que ayudan a saciar la sed de descubrimientos del espectador. Aún con sus fallos y hechos criticables, que los hay, la serie sigue dejando buenas sensaciones y enganchando. Aun así, se echa en falta una trama central mayor, algo hacia lo que dirigirse y que de la sensación de que el barco va encaminado hacia algo grande. Veremos si los próximos episodios nos aportan esa idea de trama épica que hace falta.