Ya estamos de vuelta con la reseña del capítulo de 3 la tercera temporada de Agents of S.H.I.E.L.D., titulado A Wanted (Inhu)man. En este capítulo hemos visto avanzar las tramas que habían asentado los dos episodios anteriores, y lo ha hecho con escenas emotivas, acción y diversión.
Por un lado, hemos podido ver continuar lo que será la trama central durante buena parte de la temporada, la persecución de Inhumanos. Lincoln, ese Inhumano que echa chispas, está siendo perseguido por la organización ATCU (Advanced Threat Containment Unit), pero, como no podía ser de otra forma, S.H.I.E.L.D. vela por su seguridad. La trama de los Inhumanos vuelve a recaer sobre Daisy, Mack y el Director Coulson. Aquí cabría preguntarse si veremos a algún otro agente involucrarse en este argumento. Está claro que cuanto mayor sea S.H.I.E.L.D., más misiones tendrá y, por consiguiente, más compartimentaciones en las misiones habrá (eso que tanto le gusta al Capitán América). Sin embargo, sería interesante ver como otros personajes se meten en esta trama, que ahora cojea un poco con solo Daisy y Mack como unidades operativas de combate. Está claro que ellos dos solos no pueden hacer frente a toda la fuerza de ATCU, como se ha visto en este episodio. Por no decir ya que Coulson está demasiado entregado a esta misión cuando debería estar igual de entregado en todas las demás, que por algo es el Director. Veremos como evoluciona esta parte de la trama.
A pesar de que el episodio se centra bastante en la persecución de Lincoln, podemos ver como otros personajes avanzan. Es el caso de Hunter y May. Ambos emprenden una misión con la esperanza de conseguir infiltrarse en Hydra y dar con su nuevo líder, Ward. Para ello deben pasar una prueba física y una pelea, en la que participa Hunter. Pero, afortunadamente, May también tiene su momento contra unos matones. Y qué momento. Da gusto volver a ver a May repartir hostias como panes con la clase que tiene. La Viuda Negra será la Vengadora, pero como se despiste, la buena de Melinda le roba el puesto.
Sin embargo, este capítulo tiene un gran punto negativo, que es la falta de aprovechamiento de Bobbi Morse. Sabemos que está en fase de recuperación después de la tortura a la que le sometió Ward al final de la temporada pasada, lo cual le impide realizar trabajo de campo, pero eso no quita que pueda seguir saliendo en la base. Apenas aparece por el capítulo y habla con dos personajes. Al menos, lo poco que la vemos, observamos que está trabajando por recuperarse lo antes posible. Esperemos que esté a punto para cuando las cosas se pongan más serias con los Inhumanos como Lash.
Por último, este capítulo nos deja unas escenas muy emotivas y de gran valor protagonizadas por Simmons y Fitz. Hay que dar las gracias a los creadores de la serie por no tomarnos por tontos. Simmons no ha vuelto como si nada, después de meses perdida, sola, en otro planeta, la vuelta no es nada fácil para ella. Además se plantean cuestiones sobre el supuesto planeta en el que ha estado, su atmósfera, su gravedad, componentes, etc. Estas preguntas son un alivio para el espectador, pues nos demuestran que se toman la ciencia ficción en serio y que no van a lo fácil. Y eso se agradece. Simmons está traumatizada, dolida y sufre mucho. Pero esta vez no sufre sola, pues su fiel compañero Fitz sufre con ella. El enamoradizo ingeniero se siente impotente al no poder ayudarla, pero está claro que hará todo lo que esté en su mano por conseguir que su amiga vuelva a estar como antes. Y ya sabemos que Fitz siempre cumple. Veremos a donde nos lleva este trauma de Simmons, que ahora quiere volver al lugar de donde la han rescatado ¿Síndrome de Estocolmo o curiosidad científica?
Resumiendo un poco las sensaciones del capítulo, este episodio nos deja con buen sabor de boca. Todos los personajes avanzan (aunque Pájaro Burlón más lento que los demás), incluso Rosalind y su organización. Ya no son un enemigo al uso, son una agencia más, como S.H.I.E.L.D., que debe obtener resultados. Veremos como continúa su asociación con Phil Coulson, pero se abre una nueva trama que promete bastante. Y es que la amenaza Inhumana cada vez está más emocionante, pero, aunque plagada de acción, la trama de May y Hunter levanta poco interés y parece ajena a la serie. Quizás sería mejor que volvieran a la base y dejar el enfrentamiento con Ward para más adelante. En definitiva, la serie se mueve por senda segura y con muy buenas expectativas.