Esto sí. Esto ya es otra cosa. Lo siento, Matt Fraction, mira que me gusta tu Ojo de Halcón (reseña por aquí), pero Charles Soule da un paso hacia delante. Mientras que en el primer número vemos como Fraction nos habla de todo un poco sin llegar a meterse en materia, el nuevo guionista de la serie viene con unas ideas claras. ¿La premisa? La ya fijada por Marvel. Así de sencillo. Atilán ha caído y las Nieblas Terrígenas están revelando nuevos inhumanos alrededor del globo.
Soule no se anda por las ramas, es verdad que Fraction dejó unos cuantos flecos abiertos que quizás nunca lleguemos a ver, pero la historia de Soule se sostiene sola y avanza en una sola dirección: inhumanos, inhumanos y más inhumanos. Al fin conocemos nuevos miembros de esta raza, algo que tarde o temprano tenía que pasar. Si una niebla rara avanza por el mundo transformando a la gente en tíos aún más raros, que menos que conocer a alguno de estos tipos. Soule aprovecha la ocasión para presentar nuevos personaje, en ambos bandos. Encontramos un antagonista misterioso, anterior a estos eventos y perteneciente a una tribu inhumana que más que fomentar el crecimiento de su raza opta por limitarla. No todos merecen ser inhumanos. Como buen villano tiene una presencia imponente y unos poderes de los que se sabe poco pero ya acojonan de primeras. Sin embargo, no es el clásico villano lleno de odio y de maldad. Él solo hace lo que cree correcto. Para él el reino de Atilán es el equivocado y Rayo Negro es el villano. En el otro bando nos encontramos con una “nueva Antorcha Humana” de buen corazón que acaba de descubrir sus condición inhumana, y cuyo poder de entrar en combustión promete bastante.
Además de estos personajes que se suman al elenco inhumano, los clásicos siguen presentes, pues no olvidemos a la protagonista de este evento, la reina Medusa. Mientras las nieblas se extienden y aparecen los capullos inhumanos, Atilán, el reino principal de esta raza, ha caído y su rey está presumiblemente muerto (si quieres saber qué pasa con él , no te pierdas la serie de Los Nuevos Vengadores de Hickman). Tenemos un problema interno (la caída de la ciudad) y otro externo (las Nieblas Terrígenas), y una desconcertada Medusa tiene que hacerse con el liderazgo y tomar las riendas de lo que está por venir. En el horizonte también se adivinan dos problemas: uno que concierne a la raza inhumana (el nuevo antagonista pretende acabar con los inhumanos no dignos) y otro que va más allá de la causa inhumana (el miedo de los habitantes del planeta a esta nueva raza que se extiende; ¿referencias mutantes?, ¿dónde?). De esta manera Soule nos presenta las bases de su historia, la cual esperemos que siga creciendo en esta dirección y nos muestre más inhumanos luchando cada uno por su causa.
Pero la mejora de este número respecto al anterior no es solo a nivel de guión. El apartado gráfico también sufre un lavado de cara muy positivo. Y esto se debe en primer lugar al dibujante Joe Madureira y en segundo al de Marte Gracia, que con su color hace que el trabajo del primero luzca hasta mejor. Ambos artistas parece que se entienden bastante bien y encima llegan para quedarse. ¿Y quién entinta? Nadie. Una de las cosas que más me han sorprendido en este apartado es como Gracia colorea los dibujos a lápiz del propio Madureira, quedando un aspecto fantástico. Gracia entiende perfectamente el sombreado a lápiz del dibujante y lo trata de tal modo que se puede apreciar tanto su aporte como el de Madureira. Pero más allá del buen entendimiento entre los artistas hay que destacar el buen trabajo a nivel individual. Joe Madureira es un máquina con el lápiz, las cosas como son. Y en este cómic podemos ver bastante de su repertorio. Por supuesto dibuja bien al clásico hombre fuerte (¿acaso se puede trabajar de esto sin saber bien este tipo de dibujo?), hombres más escuálidos, la clásica mujer femenina y atractiva y mujeres de apariencia más cotidiana. También se le dan bien las caras y nos ofrece algunas viñetas con unas perspectivas impactantes, como la de Lash escalando o Medusa saltando por la ventana. Marte Gracia está a la altura de su compañero. Su trabajo a color es fantástico, acertando con las tonalidades y la iluminación de las viñetas. Recemos porque esta pareja siga junta durante bastante tiempo porque promete bastante.
Momento del resumen y la valoración. La mejora respecto al anterior número es notable, muy notable. Soule empieza a tejer su trama y a engancharnos en su historia. Ya se nota la cosilla de querer seguir leyendo que no aparecía antes. Desde luego, el dibujo tan atractivo de esta historia motiva aun más. Si antes el único motivo que teníamos para seguir este evento era la importancia que podía tener en el futuro de Marvel ahora ya puedo decir que esta historia puede valer la pena por sí misma. No estamos ante el mejor cómic del año ni nada parecido, pero al menos tenemos una historia más que decente con un dibujo genial que como mínimo nos hará pasar un rato muy agradable. Y si el nivel sigue como promete se volverá un cómic que pedir cada mes dentro de los que ya seguimos normalmente. Esperemos a ver como sigue y si cumple con lo que promete.