Tras cinco meses de espera, os traemos por fin la reseña del último arco de la serie Avengers Assemble. Y digo último, porque finalmente la serie fue cancelada al terminar el tie-in con Inhumano. Aun así, con la ayuda de una leyenda como es Warren Ellis, Kelly Sue DeConick nos ofrece unos cinco números cuanto menos entretenidos. Seguid leyendo para más explicaciones.
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Kelly Sue DeConnick se encarga del guión, mientras que Matteo Buffagni se encarga del dibujo. En este primer número se nos presentan a las dos némesis más recurrentes dentro de la historia: Anya Corazón (más conocida como Spidergirl) y June Covington (algunas veces conocida como Toxie Doxie). La historia empieza presentando a la villana y relatándonos su plan, el cual puede parecer algo simple. Después, la escritora nos presenta a Spidergirl, la cual pide ayuda a los Vengadores para encontrar a su profesor que estaba metido en un capullo terrígeno. Un capullo terrígeno es donde están metidos los humanos (que aparentemente tienen poderes de Inhumanos) a causa de la caída de Attilan (hogar de los Inhumanos) y la expulsión de gas terrígeno por todo el planeta. Finalmente, Spiderwoman y la Viuda Negra acceden a ayudarla, sospechando de IMA. También se nos presenta a Kashmir Vennema, una viajera espacio-temporal, de la cual nadie sabe nada pues apareció por primera vez en un cómic inédito en España. Este número sirve de preludio para la historia, solo presentándonos a los personajes principales y dejando un aire de suspense algo mayor que en otros arcos.
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Kelly Sue DeConnick y Warren Ellis se encargan del guión, mientras que Matteo Buffagni, con la ayuda del español Paco Díaz, se encarga del dibujo. Seguimos con el plan de June Covington, el cual es apoderarse de todos los capullos terrígenos de IMA y obtener su poder. Mientras, las tres heroínas escapan. Aquí hace acto de presencia Hulk, el cual le dice unas palabras a Kashmir Vennema, a la que no veremos más durante un tiempo. Finalmente, gracias a Bruce Banner, Spidergirl descubre que el capullo terrígeno de su profesor lo tiene Covington. No es un cómic que aporte demasiado a nivel argumental y al desarrollo de la historia, al menos la primera mitad. La acción, el humor y el suspense tienen el papel cantante.
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DeConnick y Ellis repiten en el guión, mientras que Buffagni consigue terminar el cómic sin ayuda. Tras los sucesos ocurridos, June Covington sigue con su búsqueda de capullos terrígenos. Por otro lado, Spidergirl y Lobezno siguen el rastro de Covington y van a su antiguo 
laboratorio, en el cual la científica encontró el primer capullo. En este número se produce una pelea entre los dos héroes y los atacantes del laboratorio, la cual se resuelve sin problema. Sin embargo, este es el mejor número del arco, empezando por la colaboración entre Lobezno y Spidergirl (la cual no tiene desperdicio), la graciosa conversación entre las dos mujeres araña y una escena inicial donde parece que estamos contemplando un thriller. El número termina con Spidergirl descubriendo que su profesor sigue vivo, pero en manos de la científica loca.
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En este número repite el tándem del anterior número. Esta vez, June Covington ha declarado la guerra a IMA, por la simple razón de querer para ella todos las capullos terrígenos. Mientras tanto, Iron Man ayuda a Spidergirl a encontrar a Covington. Esta pareja también tiene momentos memorables, pero la mala leche de Lobezno es insuperable. Finalmente, el profesor de Spidergirl es encontrado. Entra en juego el Capitán América y reúne a todos los Vengadores disponibles para atacar a la científica y a su ejército de ¿lagartos? Este cómic finaliza con el suspense de una vez por todas y nos prepara para el final. La dinámica entre los distintos personajes que van apareciendo es genial, pero no hay ni un rastro de acción.
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La pareja guionista vuelve a repetir en este número. Al contrario que en los dibujos, que tenemos hasta cuatro dibujantes: Matteo Buffagni, David Meikis, Neil Edwards y Raffaele Ienco. Todos con un estilo diferente y es difícil seguir el cómic. June Covington ataca otra base de IMA al tiempo que los Vengadores se dirigen a su posición. Allí se libra una última batalla que ocupa la mitad del cómic. Spidergirl es relegada un poco al principio, pero termina por derrotar a Covington de una forma rápida y penosa. El cómic termina con Anya cantando la intro de la cancelada serie de animación Los Vengadores: Los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Para finalizar, DeConnick le dedica una poesía a la serie. Me ha decepcionado bastante este final, no solo del arco, si no también de la serie. DeConnick cree que haciendo salir a muchos Vengadores en el último número el cómic ya es bueno, pero la resolución del arco es penosa.
Kelly Sue DeConnick y Warren Ellis confeccionan una buena historia que podría haber dado para mucho más. La historia, aunque no sea nada del otro mundo, tiene un halo de misterio que finalmente se resuelve de forma bastante abrupta. La caracterización de los personajes es de lo mejorcito que nos ofrece este cómic y las uniones entre Spidergirl y los distintos Vengadores también están bastante bien orquestadas. El humor es algo fundamental en los cómics de hoy en día y este factor se impregna en cada uno de los cómics. Sin embargo, la acción no se resuelve demasiado bien y se nota que a los dos guionistas le gustan más los diálogos (que algunas veces no aportan nada nuevo a la historia).
Matteo Buffagni se despide de la serie con sus mejores dibujos hasta la fecha. Sabe adecuarse a cada rincón que le pidan que haga. Aunque sus dibujos parecen algunas veces hechos a ordenador, Buffagni sabe dar la talla y es el mejor dibujante en este arco. Paco Díaz también exhibe un dibujo limpio, aunque los fondos falten en bastantes ocasiones. Tiene un defecto, las expresiones de los personajes son llevadas algunas veces al extremo y son poco creíbles. David Meikis es el más parecido a Buffagni y sabe desenvolverse muy bien en la acción. Sin embargo, debe pulir un poco más las expresiones de los personajes. Neil Edwards es el peor dibujante con diferencia, no presta atención a los fondos, las expresiones de los personajes son surrealistas y parece que no dibuja con mucha gana. Por último, Raffaele Ienco cierra el volumen mostrando un dibujo sucio pero detallado.
En el color tenemos a Nolan Woodard, el cual se adecua a cualquier dibujante y a cualquier escena. Sin embargo, Ruth Redmond ensombrece la labor de los dibujantes y no puede comprenderlos. Da demasiada sombra a los dibujos. Por último, las portadas de Jorge Molina son bastante buenas.
En definitiva, el arco me cautivó al principio por ese halo de misterio que envolvía todo y por ver a Covington otra vez en acción, pero mientras iban pasando los números todo se diluía hasta llegar a un final bastante soso. Como digo tiene sus puntos buenos, pero no se ha sabido aprovechar el potencial de la historia. Es más, se podría haber llegado a la conclusión antes sin relatarnos conversaciones que no llevaban a ningún sitio.
Por otra parte, no ha sido ni mucho menos un buen final para la serie (aunque DeConnick haya escrito una original poesía). Me he quedado con las ganas de ver esa trama oculta que nos proponía DeConnick y que englobaría
todos los arcos aparentemente inconexos. Haciendo ya una crítica a la serie en general, esta empezó con un arco poco original de Brian Michael Bendis para dejar a DeConnick con las riendas de todo. Es una serie donde la escritora ha podido hacer todo lo que quería. Por otra parte la serie no ha pasado de ser divertida y entretenida. Esto se lo achaco a no tener un grupo formal y a que el sexo femenino ocupara la mayoría del protagonismo. Tampoco es que DeConnick sea una gran escritora, pero podría haberse esforzado más. En defintiva, y con gran pesar, es una serie prescindible en la estantería de un fan de los Vengadores.
