Como suele ocurrir últimamente con la edición de Panini Comics de Spiderman Superior, cada dos meses dejamos de lado la serie propiamente dicha -la de Slott y Ramos- para explorar las tramas que nos brindan las colecciones secundarias supeditadas a la serie troncal. Nos referimos a Superior Spider-Man Team-Up, Superior Foes of Spider-Man (que es ya una habitual en la recopilación mensual) y un one-shot vinculado a Inhumano.
Pese a la disparidad de historias que en el tomo se narran, me gustaría hacer hincapié en una idea que une a los seis números que encontramos en este Spiderman Superior Nº 90: La Oda a los Supervillanos.
Finaliza Chris Yost la trama que venía tejiendo en torno a los supervillanos capturados por SpOck (así es como los yankees han apodado “cariñosamente” a Otto en la mente de Peter), y lo hace poniendo toda la carne en el asador. El Spiderman Superior acude a luchar contra el crimen… ¡Comandando a los antiguos Seis Siniestros! Aunque, como no podía ser de otra manera, los ha rebautizado bajo el nombre de “Los Seis Superiores”. Y fácil no lo tiene Yost para narrar ésta batalla tan fragmentada. Aún así, cada uno de los Seis Superiores tiene su pequeña presentación, su momento -incluso se las apaña para hacer del Camaleón un tipo competente en una contienda física-. De hecho, y aquí está el gran acierto de Yost, cuando Otto apaga el control mental sobre los villanos cada uno reacciona de manera única, muy acorde a las personalidades tan dispares de las que hacen gala. Genial, por otra parte, ese momento de silencio interrumpido por amenazas de muerte contra la persona de Spiderman.
Y aquí arranca esa oda a los supervillanos que mencionábamos al inicio. Si ver a los Seis Siniestros de vuelta ya es una auténtica gozada, más lo es si cabe verlos interactuar con el Spiderman Superior. Yost logra hundirnos en el ego desmedido de Otto como lo haría el mismísimo Slott. Porque el Spiderman Superior, le pese a quien le pese, es un pedazo de personaje. Y os lo dice el fan de Peter Parker número uno, que incluso a punto de llorar estuve al leer el final de The Amazing Spider-man Nº 700. No creí poder perdonar a Slott lo que estaba haciendo con mi Peter, pero el tiempo le ha dado la razón. Porque, tras mucho esperar, aquí comenzamos a ver aquello que tanto anhelábamos: ser testigos de cómo fracasa éste autoproclamado Spiderman Superior.
Y es curioso que este punto de inflexión, aunque ya pincelado por Slott en el Spiderman Superior Nº 89 (con Otto llamándose incluso “inferior”), ocurra en una serie secundaria. Motivo de más para aplaudir la magnífica coordinación que están demostrando las series arácnidas entre sí. Pocas veces en el universo de las series de Spiderman ha existido tanta sintonía, tanta compenetración entre la grapa principal y las secundarias. Y sino, atentos al cameo del Spiderman 2099 (aunque sea en su identidad civil), siguiendo la trama de la serie Spiderman Superior. Un detalle muy de agradecer.
Como decimos, el fallo de SpOck es tan profundo que incluso él mismo se replantea su papel como héroe. Ha hecho falta la casi aniquilación de ocho millones de personas para que Otto se haga la pregunta de “¿y si no soy tan superior como creía?”. La Oda al Supervillano se acrecienta con la presencia de la Brigada de la Demolición, grupo duro de pelar donde los haya, y por las fantásticas ilustraciones de Marco Checchetto. ¿Solo a mí me recuerdan sus trazos -especialmente las caras- a los de McNiven? Es una delicia cómo narra la monumental batalla. Y atentos al Camaleón con un trozo de cristal en la mano: el reflejo del cristal completa el rostro del Camaleón con el de Spiderman. Simplemente perfecto.
Se despide Yost de la colección -una auténtica lástima- con La Peor Persona del Mundo. Otto ha fallado, asume su error y quiere entregarse a los Vengadores. Hagamos un momento un ejercicio de reflexión: vosotros escribís la serie. Necesitáis que el Spiderman Superior vuelva a creer en sí mismo, necesitáis que recupere su arrogancia perdida. ¿Qué personaje del Universo Marvel usaríais como catalizador de tal efecto? La elección de Yost es soberbia. Elige al único personaje aún más arrogante que Otto -salvando a Victor Von Muerte-: a Namor. Capítulo idóneo para cerrar una etapa, y con SpOck con altivas motivaciones recuperadas. Porque aquí radica el encanto de este Spiderman Superior, esa chulería tan intrínseca que un solo halago (en este caso, de Namor) le hace olvidar su estrepitoso fracaso reciente.
Y de ex supervillano -recordemos que Namor no empezó exactamente del lado de los buenos- pasamos a grupo de supervillanos, cerramos el tomo con los nuevos Seis Siniestros haciendo de las suyas. ¿Alguien lleva la cuenta de cuantos malosos han desfilado por este Spiderman Superior Nº 90? Yo he perdido la cuenta.
Simpática aventura la que nos brinda Superior Foes of Spider-Man, aunque algo inferior a los cuatro números que firma Yost en su adiós a la serie.
No puedo obviar, sin embargo, el aparentemente intrascendente relato vinculado a Inhumano. Lo que a primera vista parece una simple fábula moral acaba por convertirse en un análisis profundo de la psique de Otto. Y, como con Yost, esto no ocurre en la serie troncal. Aquí vuelve a brillar esa conexión entre series arácnidas, pues es el cáncer el tema que toca la fibra a Spiderman Superior. Y con razón. Otto es ya un personaje sumamente profundo, se nota el mimo con que el editor de las series arácnidas aborda el tema.
Y el mes que viene tendremos por aquí a Veneno. Spiderman Superior se encamina hacia su inevitable final… y, de momento, está dejando un gran sabor de boca. Incluso a los fans más acérrimos de Peter, como yo.