¿Qué se puede decir de Spiderman que no se haya dicho ya?. Es más, ¿qué se puede decir de Spiderman Superior que no se haya dicho ya? Pues no sé, algo encontraremos.
En este artículo vamos a reseñar un poco los tres primeros números de Spiderman Superior publicados en nuestro país por parte de Panini Comics, correspondientes a Spiderman Superior Nº 82, Spiderman Superior Nº 83 y Spiderman Superior Nº 84. En un principio, el seguimiento puede resultar confuso, ya que Panini ha decidido agrupar hasta tres colecciones USA bajo esta cabecera, que son Superior Spider-Man, Avenging Spider-Man y Alpha: Big Time. Lo que voy a hacer es separar la reseña por colección USA, en lugar de por número en España, algo que creemos que es más sencillo.
Comenzaré por Superior Spider-Man, una serie nueva que comienza tras el punto final acontecido en The Amazing Spider-Man Nº 700 (del cual podéis leer nuestra reseña). Como ya sabréis todos a estas alturas, el nuevo Spiderman Superior no es otro que el Dr. Otto Octavius (Dr. Octopus) en el cuerpo de Peter Parker, lo que como os podéis imaginar abre un nuevo mundo de posibilidades para el personaje y su universo.
En estos tres tomos que vamos a reseñar, nos encontramos con los cinco primeros episodios USA en el número 82 y los cinco siguientes en el número 84, todos ellos con guión de Dan Slott y dibujos de Ryan Stegman, Giuseppe Cammuncoli y Humberto Ramos.
La serie comienza con la adaptación de Otto a su nuevo cuerpo, y su nuevo objetivo de intentar convertirse en el mejor Spiderman que ha habido nunca, siempre bajo su criterio, claro está. ¿Cómo es esto posible si Octopus era un villano? Pues porque aunque la transferencia ha mantenido la consciencia y recuerdos del doctor, también se han mantenido los recuerdos y valores de Parker, por lo que queda latente la premisa de «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad«.
Eso sí, ni una cosa ni la otra, un punto intermedio. Aunque Otto se propone hacer el bien, lo hace sin miramientos, y esto incluye ir más allá, cruzar la línea, adoptar actitudes y llevar a cabo acciones que el bueno de Peter jamás habría siquiera considerado. Ahora tenemos a un Spidey para el que el fin justifica los medios. ¿Que hay que matar? Pues se mata, al nuevo Spidey no le tiembla la mano. Paralelamente a esto, la principal motivación que mueve a Otto a querer hacer el bien es el hecho de querer hacer todo mejor de lo que lo hacía Parker, de ahí lo de Superior, ya sea en la vida superheroica como en la vida privada ante J. J. Jameson, la Tía May o Mary Jane. Curioso, cuanto menos.
Pese a todo, no hay que olvidar que, por el momento, Peter Parker no se ha ido del todo. Su consciencia aún reside en el interior de su cuerpo y sigue luchando por recuperar el control, y mediante un gran manejo del guión por parte de Slott, somos testigos de una constante lucha interna entre dos formas de ver la actitud del superhéroe conocido como Spiderman.
Aunque aparecen villanos aquí y villanos allá, de momento no muy destacados, estos primeros números de la serie se centran principalmente en lo que ya hemos comentado, un viaje iniciático al fondo de la mente de Spiderman, mostrando esa lucha de Parker por salir y la de Octopus por borrar todo recuerdo anterior, a la par que se desarrolla esa nueva actitud que a muchos siempre nos habría gustado ver pero nunca nadie se atrevió a plasmar en un cómic.
Habría que añadir también la constante presencia de invitados, como los Vengadores, que tiene como objetivo mostrarnos un poco la reacción y la desconfianza del resto de héroes ante los nuevos métodos y la nueva actitud de este renovado Spiderman, algo que se pone de manifiesto sobre todo en los números de Avenging Spider-Man (Spiderman Superior Nº 83) y en Spiderman Superior Nº 84.
En definitiva, el señor Dan Slott, pese a todas las críticas recibidas tras el infame número 700 de The Amazing Spider-Man, llegando incluso a recibir amenazas de muerte, nos ha regalado una nueva colección que da una vuelta de tuerca más que necesaria a un personaje que, bajo mi criterio, llevaba ya años estancado. Y además lo ha hecho de forma interesante, entretenida, lógica y con sentido, no solo centrándose en la lucha de esas dos conciencias dentro del propio Spidey, sino también en su lucha externa para evitar ser descubierto. Esto enlaza directamente con el entorno, algo que Slott no deja de lado, aportando gran valor a los personajes secundarios y a la reputación del trepamuros entre toda la comunidad superheroica del Universo Marvel.
Si el guión se presenta a una altura considerable, los dibujos no se quedan para nada atrás. Slott sigue contando con tres de sus colaboradores habituales, los mencionados Stegman, Ramos y Camuncoli, que pese a sus diferentes estilos, intentan acoplarse lo máximo posible para que la diferencia sea mínima. A caballo entre el pseudo-realismo y ciertos toques de dibujos animados, las pequeñas diferencias entre los trazos de unos y otros las podemos ir viendo en las expresiones corporales y faciales, puntos en los que unos son más duchos que otros.
Saltando ahora a Spiderman Superior Nº 83, nos encontramos con la continuación de las aventuras de Spidey en Avenging Spider-Man, de las que se nos presentan los números del 16 al 19 USA, escritos por Chris Yost y dibujados por Paco Medina. En estos números se narran cuatro historias, que ya sabéis que recuperan el espíritu de Team-Up, casi todas centradas principalmente en los problemas del nuevo Spiderman para evitar ser descubierto.
Primero deberá colaborar con la Patrulla-X para acabar con un villano, y es aquí donde Otto aprenderá a controlarse para que nadie sospeche de su identidad. A pesar de sus esfuerzos, un encontronazo con Lobezno llevará al mutante a sospechar, y veremos cómo se las apaña el doctor para salir del aprieto.
Algo similar es lo que ocurre en la segunda historia, donde los Cuatro Fantásticos reclaman la ayuda de Spidey para que se haga cargo de la Fundación Futuro mientras ellos están fuera. En este periodo de tiempo, entra en escena una Agencia Temporal que descubre que Spiderman no es quién dice ser, y de nuevo veremos cómo se las arregla el superhéroe para evitar ser descubierto.
En la tercera historia, Spiderman forma equipo con Thor para enfrentarse a Electro. En esta narración bastante prescindible, lo más destacado es la lucha de egos de ambos personajes. Ya sabemos que Thor es arrogante por naturaleza, pero la nueva condición de Spidey nos presenta a un trepamuros igualmente arrogante, provocando situaciones tensas que podrían afectar al resultado final.
Por último, en la última historia, Otto Octavius se enfrenta a sus peores pesadillas de la infancia por culpa de un alienígena que se ha apoderado de sus sueños, al que al final consigue vencer gracias a la ayuda de Sonámbulo. Si la anterior historia era prescindible, esta lo es más, dando un nuevo sentido al término «relleno».
Lo que nos cuenta Yost son varias historias entretenidas, pero no memorables, que tienen como único reclamo la presencia del nuevo Spiderman y los motivos por los que, finalmente, nadie acaba por descubrir el cambio que ha sufrido. Lo mismo ocurre con los dibujos, que si bien no tienen puntos negativos, podemos decir a ciencia cierta que no conforman el mejor trabajo que le hemos visto a Medina. Una prueba de la talla media de esta colección es que Panini consideró en su momento que no se sostendría en el mercado de forma individual, acabando por integrarla, seguramente de forma acertada, en la cabecera arácnida principal.
Para cerrar el análisis, nos queda hablar de Alpha: Big Time, escrita por Fialkov y dibujada por Plati, una serie que sale de acontecimientos narrados en los últimos números de The Amazing Spider-Man. Alpha regresa otra vez con poderes para mostrarse en una miniserie de cinco números, de los cuales tres se adjuntan como complementos en estos tomos de Panini.
La sensación es que esta miniserie es algo menor, sin importancia y sin jugo que exprimir, y más o menos por ahí van los tiros. Sin embargo, hay que reconocer que esta es una versión de Alpha mucho más lograda, más seria y más firme que incluso puede resultar en una lectura por momentos entretenida. Fialkov nos presenta a un personaje que recuerda a los primeros días de Spiderman en el instituto, aunque tirando más por la rama de la arrogancia y el saberse superior. Y además, los dibujos de Plati son muy apropiados, y se nota que el dibujante se siente cómodo con esta ambientación y entorno. Quizás no sería una lectura recomendable por separado, pero no está mal que vaya incluida como complemento de una serie «Superior».