Panini Comics nos trae ya el tomo 100% MAX. Furia 2. Mis Guerras Perdidas, continuación del que ya reseñamos en su día aquí en Espacio Marvelita. En esta ocasión, el tomo contiene los Fury MAX #7-13 USA, últimos de la serie, de nuevo escritos por Garth Ennis y dibujados por Goran Parlov.
Dado que este tomo es una continuación, y que ya reseñamos la primera parte, vamos a saltarnos toda la introducción. Que si Garth Ennis escribiendo a Nick Furia, que si la línea MAX, que si los dibujos de Parlov, bla, bla, bla. Todo eso lo podéis leer en el análisis del primer tomo publicado por Panini Comics, así que ahora iremos al grano.
Tras ver a Furia implicado en la independencia vietnamita de Francia, y en el conflicto de Bahía de Cochinos, toca turno para la infame Guerra de Vietnam. Como ya sabréis de sobra si conocéis al personaje, Furia no solo estuvo presente en dicha guerra, sino que fue uno de los soldados americanos más destacados de la misma.
En la misión narrada en estas páginas, Furia debe asesinar a un general del vietcom y, casualmente, allí recibe la ayuda de otro de los hombres das duros y más gamberros del Universo Marvel, Frank Castle, que aunque aún le faltan unos cuantos años para convertirse en el Castigador, ya apunta maneras. Y es que según la teoría de Ennis, Castle no se convirtió en Punisher el día que asesinaron a su familia, sino durante su estancia en Vietnam. El caso es que las cosas se tuercen, y ambos personajes son capturados por el enemigo, y es ahí donde Furia conoce mejor Castle. A partir de aquí, se irá viendo qué es lo que tiene preparado el jefe vietnamita para estos dos machotes, mientras vamos descubriendo poco a poco la conspiración que se esconde detrás del envío de Furia a ese lugar.
La segunda historia que nos narra el propio Furia en sus años viejos le sitúa en Nicaragua en 1984 para investigar una operación de la CIA en la que ha estado involucrado Barracuda, pero antes de convertirse en el villano de Punisher que todos conocemos. Obviamente, dada la época y dado el lugar, todo muy bien relacionado con asuntos de drogas de por medio.
Habiendo contado ya un poco de qué va la historia narrada en estas páginas, podemos decir que Ennis ha conseguido poner un buen punto y final a la serie. Si el primer volumen nos dejaba con una ligera sensación de que le faltaba algo, por ejemplo algo de acción, este volumen pega un subidón gracias a la incorporación de los dos personajes comentados más arriba, Frank Castle y Barracuda, dos personajes a los que Ennis conoce de sobra, sobre todo a Barracuda, ya que él mismo lo creó.
Y es que si Furia es un hombre de acción, siempre se ha caracterizado también por su coqueteo con la política, las conspiraciones y el espionaje. Sin embargo, Castle es acción pura y dura. Dale un arma y él sabrá qué hacer con ella. He ahí el motivo de que cada vez que asoma el gaznate el futuro Punisher, a los lectores les hagan los ojos chiribitas. Lo mismo podría decirse de la segunda historia, donde esperamos la aparición de Barracuda en cada página, mostrando ser un rival digno y, además, dotado de un humor sádico muy conseguido.
Sin embargo, pese a la gran dosis de acción que nos mete Ennis en vena, el punto fuerte de estos números es su crítica sin medida a estas guerras y/o acciones encubiertas. El guionista las escoge a conciencia porque sabe que han sido guerras especialmente sin sentido en las que ha muerto gente infinita y se han gastado dinero infinito. Y todo porque sí, porque alguien dio la orden sin más. El caso es que las critica a muerte, y además las usa para presentar a Nick Furia como a una mera marioneta cuyos hilos pertenecen a una maquinaria gigante que hace con todos nosotros lo que le da la gana. Quién le ha visto y quién le ve, sobre todo cuando solo puede decir que al final simplemente se limitó a seguir órdenes que le llevaron a participar en las peores acciones que ha llevado a cabo su país. El viejo cabrón lo sabe, y a día de hoy no le gusta ni un pelo.
En el apartado gráfico, Parlov sigue en la línea, sin sufrir ni un ligero altibajo. El dibujante, como dijimos en su día, casa perfectamente con el estilo narrativo de Ennis, y a pesar de un dibujo con trazos simples que recuerdan al de las historietas de humor de fanzine, el condenado es capaz de detallar cada escena, sea de guerra o sea de paz, como si realmente hubiese estado allí. No soy especialmente fan de este estilo de dibujo, pero en esta obra el señor Parlov se ha ganado todo mi respeto.
Para cerrar el chiringuito, os puedo decir que estamos ante un gran tomo formado por 7 grandes números, una más que digna despedida de Ennis de la versión MAX de uno de los personajes más interesantes de todo el Universo Marvel. El primer tomo no estuvo mal, pero este es sin duda mejor. Es más, como se pueden leer tranquilamente de forma independiente, diría que si se pueden comprar los dos, pues los dos, pero si hay que elegir, al primero que lo parta un rayo, o que le mire un tuerto, en este caso el propio Furia.