Como se puede comprobar por el título de la obra que tenemos entre manos, Marvel ha recuperado muchos años después la cabecera Original Graphic Novel (OGN), destinada a albergar ciertas novelas gráficas independientes que merecen un lugar especial fuera de las series regulares que pueblan el Universo Marvel. La editorial lo ha hecho para contar una historia de los Vengadores, algo que no esconde que quiere aprovechar el enorme, a la par que inesperado, exitazo que ha tenido la película de Joss Whedon.
Para semejante tarea, la Casa de las Ideas no ha querido tirar por lo bajo, y ha puesto al frente de 120 páginas de pura espectacularidad peliculera marca Vengadores a Warren Ellis en el guión y Mike McKone en los dibujos, calidad sin límite que promete una obra, como poco, interesante.
Los Vengadores: La Guerra Interminable es lo que cabe esperar de su título. No es que sea excesivamente descriptivo, pero si lo metemos en una coctelera junto al nombre de Warren Ellis y junto al Universo Cinematográfico de Marvel, ya podemos intuir por dónde pueden ir los tiros.
Lo de Warren Ellis es obvio. Aunque el guionista ha declarado innumerables veces no sentir demasiado aprecio por los superhéroes, su trabajo ha demostrado todo lo contrario. Por ejemplo, hemos sido testigos de la completa y profunda renovación que hizo de Iron Man, algo que os contamos en la reseña de Extremis, y que llevó a cabo de forma parecida con Thor y con Lobezno, siempre pese a sus cortas etapas al frente de las cabeceras de dichos personajes.
Sin embargo, en esta novela gráfica no consigue reinventar la rueda. Es más, ni siquiera lo intenta, y es que todo tiene un ligero tufillo a obra de encargo que tiene como misión aprovechar el filón de la película sin despegarse demasiado de los cómics. Es decir, estamos ante una historia que nos presenta a un grupo formado por el Capitán América, Ojo de Halcón, la Viuda Negra, Thor, Iron Man, Lobezno y la Capitana Marvel, cuya misión es capturar a los fans de las películas del Universo Cinematográfico de Marvel y mantener a los fieles seguidores de los cómics de los Vengadores.
Con esto, Los Vengadores: La Guerra Interminable se queda entre dos aguas sin desprender todo su potencial, y eso incide directamente en la calidad de la obra. Al menos tenemos a un Ellis en su salsa, que sin despeinarse despliega todo su abanico de recursos que van desde la crítica social hasta el politiqueo, pasando siempre por la acción desmedida y, generalmente, poco justificada. Todo esto lo adorna, cómo no, con diálogos ocurrentes y humor punzante, todo encajado en su sitio justo. En resumen, solo por se Ellis merece la pena su lectura, pese a que no sea, ni de lejos, su mejor trabajo, ni vaya a ganar el premio a mejor novela gráfica del año.
Aún así, la cantidad de diálogos puede resultar excesiva, y no por que cansen, sino porque dejan poco espacio para los fuegos artificiales a nivel artístico. Es aquí, quizás, donde también falla un poco la obra, y no por la calidad de los dibujos, algo en lo que no podemos reprochar ni lo más mínimo a McKone (bueno quizás sí, esas expresiones faciales…), sino porque si la obra intenta navegar en aguas intermedias entre cine y cómics, en el apartado gráfico se han decantado más por el apartado comiquero, restando así espectacularidad peliculera al conjunto. Si alguien esperaba algo parecido a los Ultimates, que sepa de antemano que no lo va encontrar aquí.
Como anécdota final, lo que nos presenta Panini Comics en la edición española de esta novela gráfica es básicamente lo mismo que se puede ver en la edición americana, salvo por la traducción de contenido y título, obviamente. Y es que en un movimiento sin precedentes, Marvel se las arregló para que el lanzamiento se produjese de forma simultánea en todo el mundo. Además, el tomo incluye un gran prólogo de Clark Gregg, al que seguro que conocéis por interpretar al Agente Phil Coulson en el Universo Cinematográfico de Marvel y en la serie televisión Agents of S.H.I.E.L.D.
En resumidas cuentas, nos encontramos ante un producto que, si bien puede resultar decepcionante partiendo de lo que se esperaba de él y la expectación que levantó cuando fue anunciado, al menos entretiene, algo que no se puede decir de muchas obras que pueblan el mercado del cómic. Cuenta con un guión sólido, con sentido de principio a fin, al que acompañan unos dibujos de calidad que están a la altura, y eso que la obra no da pie a lucirse demasiado. Quizás, para muchos, estos no sean argumentos suficientes para su compra, pero amigos, menos da una piedra.