Ya es complicado que aceptes escribir a un personaje con el que te vas a tener que cortar, y mucho, pero la cosa se pone peor cuando piensas que lo vas a tener todo para ti y finalmente lo incluyen en un grupo. Y os explico.
Hablamos de Punisher, el Castigador, un personaje que en los últimos años ha gozado de un espacio en el sello MAX que le ha venido como anillo al dedo. Ahí, Garth Ennis y Jason Aaron, en sendas etapas, le han sacado el jugo que se merece, con toda su violencia física, verbal y psicológica. Y ojo, con muy buen resultado.
Pero el papel que le ha tocado al guionista Greg Rucka es el de reinsertar al personaje, como si de un ex-convicto se tratase, en el Universo Marvel tradicional, es decir, un poco más comedido y «censurado», accesible para el público general. Parece ser que Rucka vio esto como algo asumible, teniendo en cuenta que Punisher es, por naturaleza, un personaje secundario que no suele relacionarse mucho con el resto del Universo en el que vive. Sin embargo, en los últimos tiempos, vimos como Frank Castle se unía a los nuevos Thunderbolts, como si lo hubiese estado buscando en anuncios clasificados, y eso le ha gustado tan poco al guionista que, finalmente, decidió coger la puerta y carretera.
Pero bueno, eso es otra historia. Lo que nos ocupa aquí es un vistazo al tomo 100% Marvel. Punisher: El Castigador 3 de Panini Comics, una recopilación de los cinco números que componen la miniserie Punisher War Zone v3 USA, con la que Rucka dice adiós, y que cuenta con dibujos por Marco Checchetto y Carmine Di Giandomenico.
El subtítulo de Zona de Guerra encaja perfectamente con el argumento de la serie. Todos sabemos que Punisher es un tipo que lucha contra el mal y las injusticias, pero que lo hace a su modo, eliminando de una vez por todas a los malos. Obviamente, esto choca con la moral del 99% de los superhéroes del Universo Marvel, y es por ello por lo que los Vengadores creen que ya ha llegado el momento de detener al Castigador, aunque un poco por iniciativa de Spidey tras caer derrotado y ser humillado.
Así, Castle tendrá que enfrentarse a Thor, Iron Man, el Capitán América, la Viuda Negra, el propio Spiderman y Lobezno… bueno, Lobezno no, ya que este está a favor del antihéroe. La gota que colma el vaso, que Punisher intente sacar a Rachel Cole de la cárcel, una justiciera como él que durante su actividad mató sin querer a algunos policías.
Durante el proceso de intento de captura, algunos seguirán fieles a su moral, como el Capi, otros seguirán emperrados en querer venganza, como Spidey, y otros se encontrarán con un dilema tras comprobar que, pese a sus métodos, las intenciones de Punisher no son tan malas como parecen, como les ocurre a la Viuda Negra y a Thor.
Lo curioso de todo, y en consecuencia lo mejor del tomo, es cómo maneja Rucka la historia para que no resulte ridícula. Recordemos que estamos hablando de un solo hombre sin poderes enfrentándose a los Héroes Más Poderosos de la Tierra, ni más ni menos. Sin embargo, el guionista maneja muy bien las situaciones y las manipulaciones de Castle, que se vale de otro tipo de «armas» para intentar derrotar a sus contrincantes, sabedor de que con fuerza bruta no es rival.
Por su parte, las labores principales de dibujo corresponden a Di Giandomenico, del que se puede decir que quizás este sea uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. El dibujante maneja perfectamente acorde a la historia las necesidades de detalle y las escenas de acción, elevando el nivel de una obra que quizás, de otro modo, hubiese pasado más desapercibida.
En definitiva, este no es el mejor tomo que jamás hayamos leído, ni siquiera uno de los mejores del mes o del año, pero supera con mucho a bastante morralla que llega cada mes a las estanterías. ¿Es un digno final para la etapa de Rucka? Puede que no por todo lo alto, pero hay que decir que no es un mal cierre, y desde luego no es una mala obra en su conjunto. Si te gusta Punisher, y eres fan de los Vengadores, no te disgustará un poco de acción entretenida.