Tras la estupenda y fantástica etapa de Rick Remender al frente de los Imposibles X-Force, parecía complicado presentarse en Marvel NOW! con una continuación/renovación que estuviese a la altura. La Casa de las Ideas decidió dividir la idea en dos propuestas, optando por un lado con una especie de continuación con mismo nombre y a cargo de Sam Humphries, y por otro con una especie de reseteo y vuelta a los orígenes liderado por Cable, cuya responsabilidad recae sobre Dennis Hopeless.
Es precisamente de la segunda de la que vamos a hablar aquí brevemente, gracias al tomo Cable y X-Force Nº 1. Se Busca, en el que Panini Comics recopila los cinco primeros números de esta serie escrita por el citado Hopeless y dibujada por nuestro Salvador Larroca.
Como muchos sabréis, y otros no, esta serie no llega con muy buenas críticas bajo el brazo. Básicamente, y como su título indica, la serie gira en torno a un Cable que, tras los eventos de Los Vengadores Vs. La Patrula X, ya ha despertado del coma y se ha liberado de su eterno virus tecno-orgánico. El personaje busca retirarse definitivamente de la acción, ya que los años pesan, pero de repente empieza a sufrir una serie de visiones catastróficas del futuro que prácticamente le obligarán a formar un equipo encubierto para poder evitar el desastre. Por si fuera poco, y debido a unos acontecimientos que tienen lugar al principio de la serie, deberán hacerlo mientras son calificados como fugitivos y perseguidos por los Vengadores. Para vuestra información, el equipo estará compuesto por Forja, Coloso, Dominó, el Dr. Némesis y, en ocasiones, su hija Hope.
Pese a que la trama con la que comienza la serie es excesivamente simple e, incluso, surrealista, Hopeless hace gala de conocer perfectamente a los personajes que maneja. Nos presenta a un Cable ajado, cansado de tanto trajín, muy paternalista y con los objetivos claros, pero que por unas cosas y otras se ve obligado a volver de nuevo a la acción, muy a su pesar.
Es precisamente ese el aspecto que más destaca de la serie, y el que esperemos que haga que vaya de menos a más y nos acabe proporcionando aventuras memorables. El manejo de los personajes y las dinámicas entre ellos es de notable. Hopeless recupera los puntos fuertes de toda la historia de una serie de individuos que nunca han sido excesivamente populares, pero que siempre han estado ahí desde hace mucho tiempo.
La lástima, como he dicho, es que la trama y su narración sean tan poco elaboradas que hasta resultan aburridas. Leer Cable y X-Force da la sensación de haberlo leído ya antes, y no solo no llegas a creértelo, sino que a veces te costará más de un resoplido. Aún así, teniendo los puntos fuertes y el potencial que tiene esta serie, lo más lógico es que Hopeless vaya cogiendo forma y la calidad vaya mejorando con el tiempo.
El apartado gráfico es un aspecto bastante destacado gracias a los lápices de Larroca, además de servir de válvula de escape para la mediocridad del trabajo llevado a cabo por Hopeless. Quizás no sea lo mejor que hayamos visto de Larroca, pero resultaría imposible no decir que los dibujos de este tomo están por encima de la media.
En general, resulta más que obvio que la serie no está, ni de lejos, a la altura de la recién terminada Uncanny X-Force. Además, es bastante floja en muchos puntos, pero afortunadamente destaca en otros, haciendo que la sensación global sea de entretenimiento y saciedad, y que se vean en el horizonte posibilidades de mejora.