Los regresos de los clásicos en el mundo de los cómics están siempre a la orden del día. ¿Por qué no crear entonces una serie limitada de la Patrulla-X para que Neal Adams pueda volver a trastear con los mutantes varias décadas después? A ver quién le dice que no a este señor, uno de los grandes de la industria, uno de los más influyentes y uno de los más venerados.
El caso es que, por este motivo, la obra que nos ocupa levantó una gran cantidad de expectación previa a su lanzamiento. Ahora, Panini Comics nos ofrece los cinco números de esta miniserie en el tomo 100% Marvel. La Primera Patrulla-X, que cuenta con 112 páginas en un libro con solapas. El propio Adams se ocupa, obviamente, de los dibujos, pero también del guión, aunque con la ayuda de Christos Gage.
Si este regreso de Adams a los X-Men fue un éxito o no, quedará a elección de cada lector. Para comenzar a analizar esto, partimos del hecho de que la historia presentada es tan imposible como improbable. La premisa gira en torno a una Patrulla-X anterior a la Patrulla-X, unas buenas ganas de rizar el rizo. Según lo narrado aquí, la extraña pareja formada por Lobezno y Dientes de Sable intentó formar un equipo previo al creado por Charles Xavier con el fin de defender a la raza mutante de todo tipo de amenazas y entrenar a los jóvenes en el uso de sus poderes. Vale que en ningún momento queda claro que esto realmente sea un grupo oficial, ni siquiera entre sus componentes, pero en algún sitio había que encajar esto.
Ahora bien, ¿Lobezno y Dientes de Sable juntos? ¿Para hacer el bien? No olvidemos lo que le costó a Xavier conseguir el sí de Lobezno, ni su condición de personaje solitario por excelencia, como para que ahora nos enteremos de que él intentó formar su propio grupo mutante, aunque sea de forma no oficial y circunstancial.
Sea como fuere, al menos Adams se preocupa de que todo encaje a la perfección con la continuidad establecida en el seno mutante. Vemos como Lobezno intenta reclutar a un joven Xavier y a un joven Magneto que ahora se dedica a perseguir a nazis supervivientes para hacerles pagar por sus crímenes, muy al estilo de cierta película de 20th Century Fox. Lo que ocurre en esta serie, es un grano de arena más en las decisiones que harán que ambos líderes mutantes tomen los caminos que toman en el futuro, al menos a priori, porque todo parece indicar que esta nueva muesca en la cronología mutante se irá erosionando hasta desaparecer.
Y es que, sintiéndolo mucho, la historia engancha menos que un alambre de espino. Es más, diría que para haber hecho esto, mejor que el señor Adams se hubiese dedicado a cualquier tipo de actividad de ocio. Y en los dibujos la cosa no es mucho mejor. El que tuvo retuvo, sí, pero si al menos se mantuviese a la misma altura… Por un lado tenemos que que esto no es lo que recordábamos de Adams hace 30 años, y por otro que los dibujos de hoy en día han evolucionado, han cambiado y han mejorado tanto en general que venir con un estilo añejo solo puede salir bien si es de una calidad absolutamente suprema. Y no, lamentablemente no es el caso. Añoranza del clásico sí, pero no descafeinado en una obra contemporánea.
A estas alturas, debería haber alguien que le dijese a ciertas figuras de la industria del cómic cuándo parar. O al menos no dejarles seguir adelante con ideas que puedan empañar el estupendo y maravilloso trabajo que han hecho a lo largo de su carrera. 100% Marvel La Primera Patrulla-X es una obra total y absolutamente prescindible que Marvel debería haber revisado antes de darle salida. O quizás debiera haber sido el propio Adams el que fuese algo selectivo y orgulloso como para lanzar un trabajo que de seguro sabe que no es de lo mejor que ha hecho.
Allá cada uno con su dinero y su tiempo, pero los fans de Adams deberían escapar de esto para no ver empañada su noción del reconocido artista, y los que no son fans o no lo conocen deberían alejarse de esto para no concebir una idea equivocada de un señor que ha sido uno de los grandes, pero que no parece estar en su mejor momento.