Con un relanzamiento más o menos discreto en Marvel NOW!, y ya con el cierre echado en sus aventuras cinematográficas a la espera de lo que ocurra en Los Vengadores 2, toca un poco echar la vista atrás para hablar de Iron Man.
Por ello, qué mejor oportunidad que el recientemente publicado por Panini Comics Marvel Deluxe. El Invencible Iron Man 1: Las Cinco Pesadillas, un tomo que recopila el primer arco argumental de siete números USA del volumen 5 de Invincible Iron Man.
Este nuevo volumen USA comenzó a publicarse en 2008, mismo año del estreno de la primera película del personaje, así que ya podéis imaginar que uno de los objetivos era poner un poco a la par la versión cinematográfica y la comiquera. Para ello se contó con un equipo creativo de lujo formado por Matt Fraction en los guiones y Salvador Larroca en los dibujos, y para que os pongáis en situación os diré que este primer arco argumental recibió un Premio Eisner en 2009 a la Mejor Serie Nueva.
Aunque el intento de renovar a Tony Stark y su alter ego fue uno más entre tantos, las expectativas estaban altas merced a la pareja encargada de contar las historias y al tirón del apartado cinematográfico. Además, aunque ya habían pasado dos años, Extremis (del que podéis leer nuestra reseña) no quedaba muy lejos y Iron Man jugó un papel fundamental en el gran evento Guerra Civil. Las bases estaban ahí, y ya era hora de que el Vengador Blindado volviese a contar con una serie regular de altura.
Lo genial de todo es que Fraction y Larroca no solo cumplieron con esas expectativas, sino que las superaron con creces, revitalizando a Stark a base de darle ese toque exitoso del cine, pero manteniendo todos los elementos clásicos que ha venido arrastrando el personaje desde su época dorada a finales de los 70 y principios de los 80 (de la que podéis saber más en esta reseña).
La pareja consiguió poner este comienzo de la serie a la altura de Extremis, estableciendo un nuevo punto de partida ineludible para todo aquel que se quisiera iniciar en las aventuras de Iron Man en el mundo del cómic, y dando comienzo a una nueva época dorada del personaje. Y qué mejor forma de hacerlo que recuperando la esencia clásica superheroica de Tony Stark, dejando un poco de lado toda esa presencia que estaba teniendo el personaje lejos de la armadura en los últimos tiempos, pero aprovechando para introducir ciertos toques y ambientes de modernidad que ayudarían a la serie a encajar como un guante en la época actual.
El argumento de este arco es simple, pero efectivo, y eso no es fácil de hacer. Fraction recupera, como decimos, la simpleza de las aventuras de un superhéroe que se enfrenta a villanos que buscan venganza o ansían conquistar el mundo, y lo hace destacando tanto a un bando como a otro en uno de los campos que hoy en día ya no se pueden desligar de Tony Stark: la tecnología. Por eso no nos sorprende que su primer villano importante sea Ezekiel Stane, hijo de Obadiah Stane, una nueva vuelta de tuerca al concepto de inventor chiflado que dispone de medios y de tecnología.
Los dibujos de Salvador Larroca parecen hechos a medida para esta serie. Se nota mucho, mucho mucho, que tanto Fraction como Larroca han colaborado antes en otros proyectos, porque se entienden a la perfección y eso queda plasmado en todas y cada una de las viñetas. Además, el dibujante supera con nota algo tan difícil como es plasmar en dibujos las propuestas tecnológicas que tanto abundan en la serie, con el detalle justo y sin que parezcan demasiado futuristas.
Dicho todo esto, solo queda recomendar encarecidamente este tomo, porque contiene el comienzo de una de las mejores etapas de Iron Man y porque supone un punto de entrada perfecto para los nuevos lectores y el público que viene de las adaptaciones cinematográficas del personaje. Solo queda esperar que los próximos arcos sigan manteniéndose a la altura, algo que veremos en próximas publicaciones de Panini Comics.