[Crítica] 100% MAX. Destructor

100% MAX. Destructor

100% MAX. Destructor

Antes que nada, hay que decir que esto que tenemos entre manos es algo realmente curioso. El protagonista de la reseña que nos ocupa, Destructor, posiblemente no suene a casi ninguno de los que estáis leyendo ahora estas líneas, y sin embargo es uno de los personajes más antiguos en las filas de Marvel Comics. Tanto es así, que el personaje en cuestión nació antes incluso de la existencia de la propia Marvel Comics, habiendo sido creado por Stan Lee en su predecesora, Timely Comics, concretamente en las páginas de Mystic Comics Nº 6 (octubre de 1941). Repito, curioso cuanto menos.

Aparte de su actividad en la Edad de Oro de los cómics, y unas cuantas apariciones aquí y allá en los años 70, su presencia en los cómics modernos se reducen apenas a unas pocas, siendo la más destacada la de The Marvels Project de Ed Brubaker. Eso sí, vale la pena tener en cuenta que la identidad de Destructor fue usada, sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial, por hasta tres personas diferentes, incluso de forma simultánea: Kevin «Keen» Marlow, Brian Falsworth y Roger Aubrey.

Partiendo de esta pequeña introducción sobre el personaje, Panini Comics nos presenta el pequeño tomo 100% MAX. Destructor, un libro con solapas de 144 páginas con los cinco números de la miniserie original The Destroyer Vol. 4 (Junio-Octubre de 2009), con guión de Robert Kirkman y dibujos de Cory WalkerCory Walker, y un número especial por el 70º aniversario del personaje, obra de John Arcudi y Steve Ellis. Lo gracioso de todo es que, en esta miniserie, Kirkman coge a la versión del personaje de Kevin Marlow y escribe esta miniserie como si el personaje hubiese contado con una serie regular desde los años 40, y cómo él mismo dice, básicamente lo que hace es escribir los números 701-705 de esa serie ficticia.

100% MAX. Destructor

Después de 70 años en activo, porque el señor Marlow sigue en activo, Destructor está ligeramente mayor y con problemas de corazón a sus espaldas, así que decide que ha llegado el momento de atar cabos para evitar dejar problemas a su familia como parte de su legado el día que él falte. En resumen, Destructor se propone eliminar a todos los enemigos vivos que ha tenido en su vida para proteger a su esposa y su hija.

Sorprendentemente, a pesar de esta premisa, el personaje tiene poco que ver con su versión antepasada y, de hecho, apenas se hacen referencias. Kirkman aprovecha la coyuntura para hacer suyo al personaje, convirtiéndole en una versión de un superhéroe desenfadado que recuerda irremediablemente a otros trabajos recientes (y recomendables) del guionista, como son Brit e Invencible. Esto podría ser malo por la falta de originalidad o de un punto de novedad, pero para qué nos vamos a engañar, es lo que nos gusta. Destructor enganchará a los fans de Kirkman precisamente por eso, porque es Kirkman en estado puro, y también a los que no son fans, porque del mismo modo, es Kirkman en estado puro.

100% MAX. Destructor

El hecho de que el cómic esté dentro de la línea MAX da rienda suelta a todo el potencial del guionista, algo que nunca pudo hacer en Marvel, de ahí que sus anteriores trabajos para la Casa de las Ideas no fuesen todo lo buenos que cabría esperar de un creador de su nivel. Aquí, básicamente, Kirkman puede hacer lo que quiera, y lo que hace es lo que mejor sabe hacer. Si el hecho de que esto sea de la línea MAX encaja perfectamente con el estilo narrativo y la visión particular que tiene Kirkman de los superhéroes, que la historia gire en torno a los ajustes de cuentas sirve para conformar una conjunción tripartita que funciona a la perfección.

Para nuestro goce, redondeando la jugada, entran en escena los dibujos de Cory Walker. Se nota lo rodada de la colaboración entre estos dos creativos fruto de su trabajo conjunto en Invencible. Se entienden a la perfección, y eso queda reflejado en cada viñeta de cada página, y lo cierto es que no pueden negar la aplicación de influencias de sí mismos. El dibujo limpio y sencillo de Walker, no falto de detalle y expresividad (aunque no demasiado), aderezado con colores vivos obra de Val Staples, nos da la sensación de estar leyendo un cómic de la citada colección de Image publicado por Marvel y protagonizado por un personaje de Marvel. Y con sangre, mucha sangre, que para algo no hay restricciones.

Por hablar algo de ese complemento especial que celebra los 70 años del personaje, decir que se trata de una historia correcta, pero prescindible. Esta vez sí se hace referencia a la versión clásica de Destructor, presentando una historia ambientada en la Primera Guerra Mundial que rezuma estilo clásico por todos sus poros.

En definitiva, el contenido de este tomo es una serie llena de acción, sangre, humor y seriedad repleta de «esencia Kirkman» de la cabeza a los pies. Si te gusta Invencible, no deberías dudar ni un solo segundo en hacerte con este tomo, y si no, es mejor que lo dejes correr.