[Crítica] MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

Durante los años 80, Marvel Comics puso en marcha un formato de novela gráfica que permitió que los lectores fuésemos agraciados con varias de las historias más reseñables del Universo Marvel. Este formato permitía que autores de renombre tuvieran rienda suelta para coger a algunos personajes menos conocidos del catálogo de Marvel Comics y narrar aventuras que, si bien no se quedaban fuera de la continuidad habitual, sí que estaban un poco fuera de lo que se podía contar en las series regulares del momento.

MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

Es aquí donde encaja la obra Marvel Graphic Novels 49: Dr. Strange & Dr. Doom, recuperada ahora por Panini Comics en un tomo de 80 páginas con tapa dura a un irrisorio precio de 11 €. Bajo el título MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento, la pareja de lujo formada por el guionista Roger Stern y el dibujante Mike Mignola nos presenta una historia, a priori, un poco rocambolesca donde la magia y los demonios se entremezclan mientras se produce una curiosa y extraña colaboración entre el Dr. Extraño y el villano Dr. Muerte. Y no importa si han pasado ya casi 25 años desde su publicación original (vio la luz en 1989), porque se trata de una obra atemporal protagonizada por dos personajes que siguen estando de actualidad y que viven una aventura cuyas bases afectan por igual a lectores de entonces y de ahora.

La historia que nos narra Stern nos sitúa en la celebración de un torneo de magia por parte de los Vishanti, que tiene lugar cada siglo con el fin de elegir al Hechicero Supremo en la Tierra. Cuando era niño, Victor Von Muerte fue testigo de cómo Mefisto robó el alma de su madre, y desde hace tiempo lucha cada solsticio de verano contra el demonio para intentar recuperarla, pero siempre sale derrotado. Es por ello por lo que Muerte quiere aprovechar la celebración del torneo para tener una nueva oportunidad de recuperar lo que le fue arrebatado. Obviamente, las palabras «magia» y «Hechicero Supremo» meten en la fórmula al Dr. Extraño, que de algún modo acaba implicado en los planes de uno de sus enemigos jurados, Victor Von Muerte.

MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

Dejando a un lado esta extraña colaboración héroe – villano, en parte lógica y en parte circunstancial, la gloria de la novela gráfica recae prácticamente en su totalidad sobre el Dr. Muerte. El señor Roger Stern dota al personaje de una profundidad y un «halo de villano con corazón con el que nos podemos sentir identificados» que mete miedo. Nunca lo habíamos visto así, y de esta guisa Muerte se eleva sobre el resto de personajes como un ser despiadado, implacable, inamovible y sin escrúpulos, pero que a la vez revela una lucha de por vida cuyo único motor es el amor por su madre, una condena de la que quiere librarse sea como sea y cueste lo que cueste. Esto no solo cambia la percepción que teníamos la mayoría de lectores sobre el villano, sino que también cambia la percepción que tenía el propio Extraño de Muerte. No es que a partir de aquí vayan a dejar de ser los enemigos declarados que eran hasta el momento, pero el hecho de acabar uniendo fuerzas con un fin común tras la reticencia inicial, hace que ambos comprendan sus motivaciones y se vean entre sí como nunca antes. Sería algo así como «ahora te entiendo, aunque sigo sin compartirlo«.

MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

Una parte buena de esta historia y de cómo nos la cuenta Stern es que es apta tanto para el fan de Marvel Comics como para el iniciado. Si ya conoces a los protagonistas, te servirá de repaso y descubrimiento, pero si no, el guionista introduce inteligentemente pequeños flashbacks que no solo sirven para conocer detalles del pasado, sino también para dar un poco más de forma al comportamiento de ambos personajes, algo que sirve directamente al origen y al devenir de la trama.

Aunque los protagonistas absolutos de la historia son «los dos doctores», todo esto no tendría sentido sin un tercero en discordia, Mefisto. El malvado demonio, señor del infierno, se ha llevado una vez más un alma que no le pertenece mediante uno de sus habituales engaños. Esta vez, el recién nombrado Hechicero Supremo, el Dr. Extraño, y el poderoso Dr. Muerte viajarán juntos al mismísimo infierno para arrebatar de las manos de Mefisto el alma de una inocente. Él es el auténtico villano en esta historia.

Pasando al apartado artístico, la obra evoca sin ninguna duda ecos del pasado. La influencia de algunos dibujantes como Jack Kirby es innegable, pero comienzan a verse las maneras de un Mignola que, por aquel entonces, todavía era pseudo-desconocido. El estilo  me confunde y me agrada por igual, con trazos largos y colores vivos (obra del también mítico Mark Badger) que a veces se entremezclan entre sí difuminando las formas y las siluetas. No es que esté mal, es que es así, y es cuestión de gustos, aunque hay que reconocer que le viene al pelo a una historia donde lo que prima es la magia. Yo siempre lo he dicho, soy más de dibujos más realistas, con más detalle, y diría que esto es justamente todo lo contrario. Eso sí, no por ello está falto de calidad.

MGN. Doctor Extraño y Doctor Muerte: Triunfo y Tormento

Lo más destacable es, sin duda, la visita al infierno por parte de ambos protagonistas en torno a la mitad de la novela. Es aquí donde Mignola se desata y da una nueva muestra de que lo suyo son las criaturas, los monstruos y lo sobrenatural, como demostraría más adelante, por ejemplo, en Hellboy. Las caracterizaciones del entorno demoníaco y del propio Mefisto son sublimes, rodeando al malvado demonio de un halo de grandiosidad, maldad y espectacularidad que pocos artistas pueden conseguir.

En definitiva, se podría decir que esta obra es un must-read dentro del catálogo clásico de Marvel Comics. Si no conoces a los personajes esta novela te puede servir para disfrutarla de forma independiente y para querer leer más sobre ellos, pero si los conoces disfrutarás principalmente con ese nuevo enfoque que recibe el Dr. Muerte. Eso sí, hay que tener que se trata de una obra de hace casi 25 años, por lo que, a pesar de la solidez de su guión, peca de eso que tan poco me gusta de los cómics de antaño, su estilo narrativo en el que pecan de incluir demasiado texto, llegando incluso a describir acciones innecesarias que podrían ser insinuadas con el dibujo. Aún así, todas las pegas que pueda poner se ven eclipsadas por la calidad general no solo de la obra en sí, sino de la presentación y edición que nos presenta Panini Comics.