Hace una semana pudimos ver unas cuántas imágenes de las pruebas de maquillaje de Ryan Reynolds como Masacre / Arma XI en X-Men Orígenes: Lobezno, acompañadas de un vídeo sobre le desarrollo del personaje para la película y declaraciones de actores, productores, etc. Hoy, Amalgamated Dynamics ha vuelto a publicar material del Mercenario Bocazas, más concretamente un vídeo que recopila todo el proceso de esa prueba de maquillaje de Reynolds.
Además, dos de los responsables, Tom Woodruff Jr. y Alec Gillis, comparten algunos de los detalles visuales de la película.
– Siempre me ha despertado curiosidad la decisión de último minuto de añadir una escena después de los créditos en X-Men Orígenes: Lobezno protagonizada por Arma XI / Masacre. ¿Podríais hablarme un poco sobre eso?
Tom Woodruff Jr.: Durante la post-producción, alguien involucrado en la película había filtrada en internet una copia de la película sin terminar. Eso es considerado piratería, y un spoiler que puede costar al estudio millones y millones de dólares. Para mantener alguna sorpresa, se concibió un nuevo final. El secretismo fue tan estricto que Fox tuvo que programar un rodaje especial un domingo en el que hubiera la menos gente posible para rodar la parte de la mano de Masacre buscando su cabeza decapitada. Salieron con un nombre falso para la producción y fue la más inteligente de las ideas. Ni siquiera los guardias de las puertas sabían qué estábamos haciendo. Mi brazo (Tom) tenía que cuadrar las marcas de Masacre y Ryan deslizar su cuerpo bajo una cáscara de espuma y restos hasta la barbilla.
– ¿Tenéis algunos detalles interesantes del rodaje sobre Kevin Durand interpretando a Fred Dukes / La Mole?
Alec Gillis: En los cómics, Mole cae sobre Lobezno, que no es demasiado duro porque Lobezno es bajo. Pero con 1,82 metros no muchos actores pueden caer sobre Hugh Jackman. Con 1,96 metros, Kevin Durand fue una buena elección. Necesitábamos crear un cuerpo de mucho músculo para él, así que lo hicimos para todo el cuerpo. La escultura, el moldeado y crear la goma llevó 6 semanas. Cuando vino Kevin para la prueba, había estado entrenando diligentemente, y era casi tan grande como el cuerpo esculpido. Apenas se podía meter en él. Dijo, ‘Pensé que esto ayudaría’. Le dijimos que la mejor forma de ayudar era parar de entrenar.