En una entrevista para io9, el dibujante Ryan Meinerding ha hablado sobre su papel a la hora de diseñar a los alienígenas del ejército de Loki en Los Vengadores. Si aún sois de los pocos que no conocen su identidad y seguís sin querer conocerla, tranquilos, porque aquí no se revela nada.
Diseñar al ejército alienígena fue un nuevo reto para aquellos de nosotros que ya habíamos trabajado en Marvel. Ya que la mayoría de personajes que diseñamos para ellos tienen una historia y un lenguaje visual muy fuertes, la oportunidad de llegar con un aspecto para un conjunto de villanos de cómic que fuera relativamente nuevo es un gran reto. Joss nos dijo el plan de ataque básico del ejército, cómo se desplegarían y el tono que iba a seguir con los personajes.
Pusimos a todo nuestro equipo a ello, y creo que tuvimos 45 aspectos diferentes en 4 días. Fue un rango muy amplio de imágenes, y eso le dio a Joss y a los productores unas cuantas opciones para ver por dónde querían hacer avanzar los diseños. Cogieron 3 o 4 imágenes que les inspiraron, y a partir de ahí Justin Sweet trabajó duro para desarrollar y refinar esos aspectos, y Iain McCaig diseñó la cara de las criaturas. Inicialmente fuimos a por una fuerte sensación de arrogancia y realeza en los personajes, considerando su origen. Su piel debía ser blanca opalescente, y llevaban armaduras de oro, casi como si llegaran asumiendo que podían conquistar la Tierra fácilmente. Durante el curso de la producción de la película, ese concepto fue alterado y terminaron pareciendo un ejército algo más preparado, duro y brusco.
Para el Leviatán, Meinerding revela que ILM vino más adelante con su aspecto final después de que el director Joss Whedon especificase lo que quería.
Una criatura que era usada por los alienígenas como transporte, pero también como un fiero animal de ataque.
Por otro lado, el diseñador de producción James Chinlund revela la localización exacta de la Torre Stark, un detalle interesante que ancla la película en la realidad y sirve como pequeño Huevo de Pascua para los fans de la actitud marca de la casa de Tony Stark.
Tony Stark compró el mítico MetLife Building (antiguamente PanAm Building) y cambió la parte de arriba añadiendo su propia pieza de arquitectura parasitaria. La altura de la arrogancia y la esencia de Stark. Como diseñador de producción, este fue para mí el set más divertido de lejos, porque crecí en Nueva York y he visto ese edificio todos los días de mi vida, y poder hacer que tenga efecto en la película fue una oportunidad increíble. Elegir el MetLife fue también para reconocer la rica topografía de las calles que hay debajo y porque es una buena situación de Nueva York, con el viaducto sobre la 42 y los túneles tras la Estación Central, por no mencionar la propia Estación Central, la conflagración definitiva de ricas historias e ideas futuristas.