Antes de comenzar, voy a hacer unos cuantos avisos. El primero, y más importante, es que la versión de esta reseña de Los Vengadores está llena de SPOILERS hasta tal punto que se narran detalles concretos de la película que podrían estropear más de una sorpresa. La recomendación personal, si sois capaces de aguantar unos días, es que no sigáis leyendo y vayáis al cine con la mayor incertidumbre posible. Otra opción, es leer la reseña Versión Vengadores de los Grandes Lagos, más light y sin ningún spoiler. Por otro lado, esta reseña es la continuación de esto, así que si habéis decidido continuar, mejor que empecéis por el principio. Dicho esto, avisados quedáis.
Tras la primera parte de la película, dejamos la base de S.H.I.E.L.D. destruida por el Tesseract y a Nick Furia pensando en hacer uso de la Iniciativa Vengadores para intentar hacer frente a la amenaza que se avecina. Esa amenaza es Loki, que ha conseguido escapar con el Cubo Cósmico, y que además ha convertido en sus secuaces al Dr. Selvig y a Ojo de Halcón. Mientras Loki hace trabajar a Selvig para poner en marcha el Cubo y así abrir un portal que permita trasladar a la Tierra a su ejército de Chitauri, él viaja en esencia (no en persona) al lugar de la galaxia donde se encuentra ese alguien con quien está aliado. Este alguien amenaza sutilmente a Loki para que consiga su objetivo de conquistar nuestro planeta, dejando entrever que habrá represalias si falla en su tarea. Obtenemos así la confirmación de que esta entidad está claramente por encima del Dios del Engaño en toda la trama.
Mientras, Nick Furia busca la aprobación del Consejo de Seguridad Nacional para poner en marcha la Iniciativa Vengadores, pero ponen muchas trabas, acusando a los superhéroes de ser unos tipos raros y solitarios que solo pueden dar problemas porque son incontrolables debido a su poder. Furia, que piensa que es mejor tener ese arma de destrucción masiva de su lado que en contra, hace oídos sordos y comienza así el reclutamiento oficial, dando a entender que el Director General de S.H.I.E.L.D. es ligeramente intocable, aunque habría que ver qué ocurre si la jugada le sale mal.
El primer miembro en recibir la llamada (recordemos que Ojo de Halcón ya ha entrado en escena como miembro de S.H.I.E.L.D. y ahora está en el bando de Loki) es la señorita Natasha Romanoff, alias la Viuda Negra. Es el Agente Coulson quien la llama, en un momento un tanto complicado para ella, ya que se encuentra atada a una silla en medio de un interrogatorio llevado a cabo por sus enemigos. Esta es la escena que ya hemos visto en algunos vídeos de la película, y en tono cómico, la Viuda acaba terminando con sus captores mientras Coulson espera tranquilamente al otro lado del teléfono. En realidad, Natasha se había dejado atrapar y se había hecho la débil para sonsacar información. Su misión es buscar a Bruce Banner y reclutarlo como experto en rayos Gamma, ya que se ha detectado que el Tesseract emite una leve radiación Gamma que podría ser usada para localizarlo. Sin embargo, más tarde descubriremos que, en realidad, lo que quiere Furia es tener a Hulk de su lado. Este reclutamiento, de nuevo, se mueve entre unos diálogos inteligentes y el humor, y termina con Banner aceptando, pero en realidad porque tampoco le queda otro remedio.
El siguiente es el Capitán América, del que se encarga el mismísimo Nick Furia, que digamos que fue una de las primeras personas con las que tuvo contacto directo en la época moderna después de ser descongelado. Esta escena también la hemos visto en vídeos y tráilers, y es en la que el Steve Rogers se encuentra en un viejo gimnasio de boxeo descargando su angustia, mientras se nos muestran flashbacks de sus andanzas en la Segunda Guerra Mundial. Furia se acerca a él y lo intenta convencer de que América le necesita de nuevo, y aunque al principio se muestra un poco reticente, finalmente Rogers acaba aceptando a regañadientes. Una vez más, toda la escena está envuelta por un halo de buenos diálogos y seriedad mezclado con un genial sentido del humor perfectamente encajado.
El último es Iron Man, o más bien Tony Stark. Tras verlo dentro de su armadura realizando unas operaciones bajo el agua para poner en marcha su nueva Torre Stark en Nueva York, un edificio totalmente autosostenible que funciona con energía renovable ilimitada y gratuita procedente del Arc Reactor, lo vemos llegar a dicho edificio, donde le espera su querida Pepper Potts. Cuando están a punto de pasar una velada romántica, aparece el Agente Coulson para reclamar la presencia de Stark en las instalaciones de S.H.I.E.L.D. Comienza aquí una de las escenas más graciosas de toda la película, con Coulson presentando la misión a Stark, este negándose continuamente y Potts interviniendo de forma muy ingeniosa.
Sí, lo sé, falta Thor, pero como su propio nombre indica, el Dios del Trueno es eso, un Dios, y nadie lo recluta, él acude cuando lo considera oportuno y aún no es el momento.
Una vez terminados estos actos de reclutamiento, vemos a Rogers, Banner, Romanoff, Coulson y Furia reunirse por primera vez en lo que parece un portaaviones. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, puesto que, de repente, Rogers y Banner son testigos de cómo el barco empieza a despegar del agua: es el Helitransporte (esta escena también aparece en varios vídeos ya publicados). Acto seguido, los vemos a todos en el centro de mando de la nave, donde Furia da órdenes a diestro y siniestro, y donde también vemos a Marial Hill en su salsa. Cubierto ya el Helitransporte con su capa de invisibilidad, Furia explica todos los detalles a Steve Rogers, y la Viuda Negra acompaña a Banner a su nuevo laboratorio. Aunque parezca sorprendente, el Helitransporte está rodeado de cierto halo de realismo, por mucho que se trate de un barco que vuela.
Es en este momento cuando el equipo de Furia descubre un rastro que sitúa a Loki en Alemania. Allí acude el malvado Dios del Engaño para conseguir un material poco común que necesita para sus fines, ayudado por Ojo de Halcón. Esta escena nos sirve para ver un poco más la villanía que envuelve al personaje de Tom Hiddleston, con actos crueles y megalomaníacos que ponen de manifiesto una vez más su intención de conquistar la Tierra y someter a una raza humana que considera claramente inferior. Pero allí aparece el Capitán América para evitar que haya más daños y detener sus pretensiones. La pelea entre ambos es espectacular, y lo que más me gustó fue ver al Capi en acción tal y como lo imaginaba por las viñetas de sus cómics. Sin embargo, al final, Loki es un Dios y el Capi solo un hombre, y la balanza no está equilibrada. Menos mal que por allí aparece la Viuda Negra con un Quinjet, aunque no para aportar demasiado, y, sobre todo, Iron Man, cuya actuación obliga a Loki a rendirse.
Capturado y a bordo de un quinjet que se dirige al Helitranporte, Loki se sobrecoge cuando ve caer rayos de repente, temiendo lo que finalmente se produce, la aparición de su hermanastro Thor. El Dios del Trueno entra sin avisar, coge a su hermano y desaparece. Mientras el Capi y Iron Man no se lo piensan y salen tras ellos, Thor y Loki caen sobre una colina donde mantienen una conversación en la que vemos que Thor aún confía en su hermanastro, ya que quiere hacer que se olvide de toda esta locura y vuelva con él a Asgard. Es justo con la negativa de Loki cuando Iron Man se abalanza sobre Thor, y comienza así una lucha espectacular entre ambos personajes. Y cuando digo espectacular, quiero decir ESPECTACULAR. Tan solo se ve interrumpida por la llegada del Capi, que tras intentar poner paz, recibe una estocada de Thor con su martillo, solo para detenerla con su escudo de vibranium y generar una onda expansiva que arrasa con media montaña. Es aquí cuando Thor entra en razón y deciden ir todos al Helitransporte con Loki como prisionero.
Ahora sí, una vez todos los héroes reunidos, empezamos a ver que ninguno de los héroes confía plenamente en Nick Furia y que este es un manipulador de mucho cuidado, que Bruce Banner iguala intelectualmente a Tony Stark (algo que realmente agrada al segundo), que la Viuda Negra es una mujer tan seria e inmutable que parece tallada en piedra, que Thor sigue siendo un pez fuera del agua (aunque no mucho más que Steve Rogers), que Maria Hill no considera a Furia santo de su devoción, que Tony Stark sigue siendo el tipo gracioso e irónico que todos recordamos (y eso no agrada del todo a Steve Rogers por su falta de seriedad) y que el Capi es ese tipo responsable y comprometido que siempre hemos sabido que es. Vemos también como, a solas, Tony Stark, Bruce Banner y Steve Rogers se confiesan los unos a los otros que no confían en Nick Furia, llegando Stark incluso a piratear los archivos de S.H.I.E.L.D. para ver cuál es el objetivo de Furia para con el Tesseract. Y todo mientras Loki yace recluso en una celda especial que, según parece revelarse en una interesante conversación entre el villano y Nick Furia (que también hemos visto en un clip de la película publicado en internet), en realidad fue construida para retener a Hulk.
Otra vez, y a riesgo de resultar pesado, quiero destacar que Joss Whedon ha envuelto estas escenas en una serie de diálogos muy interesantes en los que no faltan el humor o las referencias a anteriores películas y a los cómics. Con esto, prácticamente ha transcurrido la mitad de la película, y quitando la captura de Loki y la corta lucha entre Vengadores, apenas hemos visto acción, y sin embargo todo se ha pasado rápidamente, de forma amena y divertida, y eso es un logro de guión y puesta en escena que no todos los directores y guionistas pueden conseguir.