Seguimos con información de Los Vengadores extraída del número de marzo de la revista Empire, que cuenta con la portada y un reportaje interior dedicado a la película. En esta ocasión os mostramos unas declaraciones del director y guionista del filme, Joss Whedon, que habló del presupuesto de 300 millones de dólares, del reto de escribir una historia que esté al servicio de los trasfondos ya existentes de los personajes, y de sus futuras historias individuales.
Fue un trabajo de todo un mes. Encontrar las voces de los personajes no solo fue fácil, sino además gloriosamente divertido, porque no es un asco escribir a Tony Stark, pero encontrar la estructura sí que fue brutal. No he tenido demasiados problemas en hacer que un guión funcionara desde Serenity, y de manera vergonzosa, por exactamente la misma razón: hay demasiados personajes.
Con respecto a la impresión inicial de que esto sea una historia del tipo «Iron Man y sus amigos»:
Es una reunión completa. Algunas personas podrían sentir que están un poco más marginadas, pero nadie estuvo contando las frases, o diciendo, ‘¿Cómo es que él tiene esto y yo no?’ Y al final, sabían que iban a tener su momento y yo les iba a dar algo de gloria.
Hablando sobre una realidad inesperada durante el rodaje, que derribó las pesadillas de que el reparto no funcionase bien todo junto, Whedon dijo de forma divertida, aunque abordándolo de forma seria:
Cuando tuve a todo el mundo en pantalla, realmente se vio un lado más feo de todos estos chicos, porque no paraban de hablar. Risitas y chismorreos. Literalmente el único momento en el que alcé mi voz fue cuando estábamos rodando porque esos chicos no se callaban y teníamos que trabajar. No me malinterpretéis, los veríais unos al lado de los otros diciendo, ‘¿Su traje mola más? ¿Sus músculos son más grandes?’ Pero cada uno de ellos animaba al resto.
Finalmente, comentando sobre la primordial fase de post-producción, cuando le preguntaron sobre su estado mental en medio del proceso de edición, Whedon admitió:
Es como un mar. No puedo ver ninguna orilla. Estoy completamente seguro de que me ahogaré. Ni siquiera aunque me llamen Ishamael. La experiencia no es diferente a cuando llevaba tres series de televisión y nació mi hijo. En realidad es lo mismo. No es tan grande. En cuanto la prensa se vaya, dejaré de ser el centro de atención. Y no lo siento. No es mi dinero. No me preocupa.